Con más de dos décadas de trayectoria política a sus espaldas en las filas del PP, las dos últimas legislaturas como diputado autonómico (pasó a ser diputado no adscrito hace casi un año), Juan Antonio Morales lidera el asalto de Vox a la Asamblea de Extremadura para, según defiende la formación de extrema derecha, acabar con «los chiringuitos de la izquierda» y también con los parlamentos autonómicos «desde dentro».

--Es un veterano de la política pero es la primera vez que lidera una lista autonómica. ¿Cómo lo afronta?

--Con la misma ilusión que me presenté la primera vez como alcalde de mi pueblo. Entonces fue por sacar a mi pueblo del letargo en el que estaba y ahora se trata de hacer lo mismo con Extremadura. Tengo un equipo con una ilusión enorme y esperamos ganar.

--La encuesta del CIS (antes de las elecciones) no le da ningún diputado y, por ejemplo, la de Ágora Integral para el Periódico Extremadura, entre 5 y 7 diputados.

--Hasta el rabo todo es toro y hasta que se pite el minuto 90 del partido, los futbolistas estamos jugando y el pueblo está viendo cómo juega cada uno con sus propuestas.

--Pero no maneja encuestas que les den otros resultados.

--Las encuestas que yo manejo son las de la calle. Y ayer estuvimos en el Gurugú y la gente nos recibía, nos contaba sus problemas y escuchaba nuestras soluciones. No nos veía como gente sospechosa.

--Si no ganan pero suman con PP y Ciudadanos ¿se podría repetir el pacto de Andalucía?.

--Vamos a ganar. Pero sí, nos sentaríamos con ellos. Con quien no lo haríamos es con quienes han llevado a Extremadura al desastre, el PSOE, y menos aún con los comunistas de Podemos. A esos, ni agua.

--¿Se siente identificado con la etiqueta de extrema derecha?

--No solo me identifico, sino que cuando me vine a Vox expliqué que lo hacía porque Vox representa a la derecha social que se preocupa por los problemas de los ciudadanos. Abandoné el PP porque, desgraciadamente, dejó de representar ese ideario.

--¿En sus más de 20 años de trayectoria política, quiénes han sido sus referentes?

--Quizás José María Aznar, aunque yo creo que también ha perdido ya un poco el norte y se ha echado más al centro ideológico. Pero es innegable que llevó a la prosperidad a España y que entregó a un partido unido que ahora está dividido en tres, porque Mariano Rajoy ha perdido la base del partido.

--En Vox abogan abiertamente por eliminar los parlamentos autonómicos ¿Por qué entonces concurrir a estos comicios?

--Porque la única manera de defender las propuestas de cerrar los parlamentos autonómicos es estar dentro. Pero que nadie dude de que las primeras propuestas que presentemos van a ir encaminadas a eso. Cerrar las autonomías es más difícil porque habría que reformar la Constitución, pero hay otras medidas que se pondrán sobre la mesa.

--¿Por ejemplo, devolver las competencias en Sanidad? Aunque paralelamente en su programa ofrece una batería de medidas sanitarias.

--Es que mientras estudiamos la cesión hay que atender la sanidad, y empezar por recortar las listas de espera con consultas, por ejemplo, por las tardes. Pero lo cierto es que no tenemos recursos para proyectos como el hospital de Don Benito-Villanueva o el de Cáceres. Y con todo lo que nos critica el PSOE, nos ha copiado esta propuesta transfiriendo la carretera Badajoz-Cáceres (al Ministerio de Fomento).

--Me compara una carretera con un sistema sanitario...

--Si no tenemos recursos para hacer el hospital, igual que no los tenemos para la carretera, cedámoslo al Estado, y que lo haga con sus recursos.

--Habla en su programa de derogar «leyes de marcado carácter ideológico» ¿A qué se refiere?

--Por ejemplo a la Ley de Memoria Histórica de Extremadura, que es una vegüenza. Si hablo de que un determinado gobernante puso en práctica el Plan Badajoz, creando 65 pueblos, con una inversión de no sé cuantos millones… estoy hablando de Francisco Franco. Y si tú me quieres denunciar, esa ley ideológica me pone una multa por exaltación del Franquismo. Utilizan una ley para sancionar a los que piensan distinto.

--¿Qué otras leyes derogaría por considerarlas usted ‘ideológicas’?

--La que regula el Instituto de la Mujer. Eso es un chiringuito. Y también la Agencia Extremeña de Cooperación, a la que se van 12 millones todos los años para proyectos en Bolivia, Honduras o Palestina. Yo ese dinero lo necesito para la dependencia, porque hay personas que esperan un año en el proceso porque no tenemos recursos.

--En buena parte porque el Gobierno de Rajoy dejó de aportar la parte que le correspondía.

--También, porque no se reivindicó. Pero tenemos recursos que podemos aprovechar en esos programas que tienen un marcado carácter ideológico de izquierdas.

--¿Y por qué el Instituto de la Mujer, que tiene iniciativas, por ejemplo, para atender a las víctimas de violencia de género?

--La función la asumiría la consejería correspondiente. Lo que critico del Instituto de la Mujer son sus chiringuitos ideológicos y sus ayudas a asociaciones, todas de izquierdas.

--¿Cuál es el objetivo de crear una Consejería de Familia o los ‘kioscos por la vida’ que plantean?

--Fomentar la natalidad.

--Pero eso depende de muchos factores, entre ellos el empleo.

--También, pero hay que hacer una política que incentive la natalidad y que los funcionarios se vayan a los pueblos. O nadie pagará mañana las pensiones.

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--Ustedes plantean una rebaja de impuestos general. Así tampoco se pagan las pensiones.</b>

--Proponemos suprimir el de patrimonio, el de transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados, y bajar otros como el IRPF. Los recursos por esos impuestos se suplirán cerrando chiringuitos ideológicos que no dan sentido a la vida diaria de los extremeños.

--Dice que el feminismo es «una ideología de izquierdas».

--Por eso queremos acabar con el chiringuito que el feminismo monta para repartirse millones.

--Pero el feminismo, por definición, no es ideología de nada.

--Pues para qué estamos financiando todo esto. Respeto a la mujer y la opinión que tanto la mujer como el hombre puedan tener sobre el feminismo, pero no estamos de acuerdo con los chiringuitos al amparo del feminismo. No tenemos que promocionar al hombre o la mujer.