Cerca de mil personas se manifestaron hoy en el puesto fronterizo de Bab Sebta, en el lado marroquí, para protestar por la visita de los Reyes de España a las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla y defender la "marroquinidad" de esos territorios. Repartidos frente al cordón policial y a lo largo de la cima de la colina circundante, los manifestantes no llegaron a alcanzar las previsiones anunciadas ayer por fuentes policiales, según las cuales se calculaba que iban a acudir cerca de 10.000 personas.

Los primeros manifestantes que llegaron al lugar, en torno a las 10:30 GMT, fueron grupos de alumnos de institutos de la cercana localidad de Castillejos, a quienes se les había dado la mañana libre para ir a esa protesta promovida por el "Comité Nacional para la Reivindicación de Ceuta, Melilla y las Islas". Durante cerca de una hora y media que duró la manifestación, la frontera marroquí con Ceuta apareció sembrada de carteles en los que se podía leer y escuchar "Ceuta y Melilla son nuestras", "Ceuta marroquí, Juan Carlos no tiene paso para entrar" e incluso "Juan Carlos sionista".

En la protesta organizada el domingo en la plaza Muley El Mehdi (antigua Primo de Rivera) de Tetuán se había informado a los asistentes de que los servicios públicos habían habilitado autobuses gratuitos para facilitarles el desplazamiento. Al lugar acudieron representantes de partidos políticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, que habían firmado un comunicado conjunto de protesta no respaldado únicamente por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) y el partido Izquierda Socialista Unida.

Los intentos de saltar el cordón policial que se produjeron al final de la manifestación fueron abortados por la Policía y las fuerzas auxiliares y constituyeron los únicos altercados, leves, que se dieron a lo largo de la mañana. "España es un pueblo amigo y queremos que las relaciones que tenemos sigan siendo estrechas, pero esta visita ha estropeado muchas cosas y esto es un aviso de que no hace falta que el Rey venga porque Ceuta y Melilla son marroquíes", dijo a Efe el integrante de la Confederación Democrática de Trabajadores (CDT) Abdelkader Ramdani.

Reproches a don Juan Carlos

"Este viaje toca los sentimientos de los marroquíes. El Rey ha roto las relaciones de vecindad y proximidad que teníamos hasta ahora y debe asumir lo que pase después, que creo que va a ser negativo", indicó por su parte un profesor del instituto Abi Rabie Sebti de Castillejos. La coincidencia de la visita a esas dos ciudades del norte de África con el trigésimo segundo aniversario de la Marcha Verde, movilización que promovió Hasan II el 6 noviembre de 1975 para apoyar la anexión del Sahara a Marruecos, entonces territorio español, no se le escapó a ninguno de los presentes.

"Es muy inoportuna porque se trata de un día de fiesta nacional en el que el Rey español envía con esto un mensaje político muy fuerte de que Ceuta y Melilla son españolas", señaló a Efe el alcalde de la cercana localidad de Río Martil, Mohamed Achbud. "No esperábamos esta visita porque siempre hemos visto por parte del monarca un mensaje de paz y de proximidad, pero esta vez ha sido muy provocador", aseguró el parlamentario de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) Mohamed Oulad Hamu. "El pueblo marroquí y el español siempre han mantenido unas relaciones históricas importantes y una gran amistad y debemos seguir conservándolas", agregó en tono conciliador.