Miles de jubilados que iniciaron una marcha desde distintas ciudades españolas el pasado 30 de septiembre han llegado esta mañana a Madrid y han reclamado en una manifestación por el centro de la ciudad unas pensiones dignas en la que la mínima sea de 1.000 euros y que se revaloricen de acuerdo con los precios.

Unai Sordo y Josep María Álvarez han destacado que "no hay ninguna maldición económica" que impida la sostenibilidad del sistema y la viabilidad de las pensiones actuales y las futuras. Los líderes de CCOO y UGT, organizaciones convocantes de la marcha, han pedido una nueva política económica y una reforma fiscal que inyecte fondos a la Seguridad Social.

La primera reivindicación de los jubilados en sus gritos ("Es una mierda el 0,25") y pancartas ("Robar a los mayores es obsceno") ha sido pedir la derogación de la ley del 2013 que sólo tuvo el apoyo del PP. Con ella, el incremento anual fijado por el Gobierno se ha quedado en ese mínimo cuarto de punto que fue desbordado el año pasado cuando la inflación llegó al 1,6%.

El gasto del PIB como en Europa

Sordo ha señalado que el sistema es viable pero todo depende de una "decisión política" sobre si se está dispuesto a gastar el 15% de la riqueza que se produce en un sistema de Seguridad Social digno. En esta línea, Álvarez ha señalado que España tiene que gastar como el resto de los países europeos, y pasar del 10,4% del PIB que actualmente se desina al sistema público de jubilación a más del 14%.

Los dos dirigentes sindicales han advertido de que si no se deroga la ley actual, las pensiones futuras sufrirán un importante recorte y la calidad de las prestaciones será muy baja.

El ministro de Hacienda (“Montoro escucha, devuélvenos la hucha”), el rescate de los bancos por la crisis y la mejora del empleo y de los salarios han sido las peticiones más escuchadas entre los manifestantes y en los discursos de los líderes sindicales.

Aviso a los jóvenes

"Los jóvenes tienen que incorporarse a estas marchas para defender lo que es nuestro y lo que será suyo", ha señalado Ginés, de 64 años, jubilado del sector del metal que ha llegado a la madrileña Puerta del Sol con el grupo que salió de Jaca el pasado día 30 de septiembre y al que en estos días se han unidos mayores de Catalunya, Euskadi, Cantabria y Aragón.

José Antonio, 67 años, jubilado de la industria ha venido desde Bilbao porque quiere "pensiones dignas para todos el mundo. Hay muchas que no llegan a la dignidad y con subida del 0,25% hasta el 2022, ya me contarás". Por eso le pide a los jóvenes "que luchen un poco más, que no se apoltronen tanto".

"Queremos la pensión del padre del Borbón" y "salarios decentes, pensiones dignas" han sido otros lemas coreados por los asistentes a la marcha. La escasa cuantía de la mayoría de las pensiones ha estado en boca de muchos de los jubilados con los que hemos conversado durante la marcha en una mañana de un caluroso otoño.

Un grupo de tres amigas que han venido desde Ferrol asentía cuando desde la tribuna de oradores Manuel Rodríguez, de CCOO, denunciaba que la pensión media de las mujeres es de 700 cuando la media del sistema es de 1.200 euros.

"Gracias a nuestra pensión viven nuestro hijos", dice Fina, jubilada de la sanidad gallega. Su amiga, María apostilla que sus hijos y nietos lo tienen peor tienen empleos temporales. "Lo primero es el trabajo con un salario digno", dice. Y a la pregunta de qué les piden a los políticos, lo tienen claro: "Que cojan las maletas, que se vayan y que se reparta el trabajo".