Miles de policías y guardias civiles se manifiestan desde este mediodía por las calles en Madrid, en demanda de "dignidad económica y profesional" para los miembros de ambos cuerpos de seguridad. A la marcha asisten los principales dirigentes de los sindicatos de la Policía y de algunas asociaciones de guardias civiles, a pesar de las amenazas de expedientes proferidas desde el Ministerio del Interior.

"No han hecho mella las presiones", ha subrayado en declaraciones a los periodistas el secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Alberto Moya, minutos antes del comienzo de la manifestación. Moya ha dejado claro que los agentes del Instituto Armado tienen pleno derecho a manifestarse, en contra de la interpretación que ha hecho el Gobierno.

Por su parte, el portavoz del comité de conflictos y secretario general del Sindicato Profesional de la Policía (SPP), Jose Ángel Fuentes Gago, señaló que la prohibición de participación de los guardias civiles es una interpretación subjetiva de la ley que será dirimida en los tribunales. No ha descartado, a este respecto, emprender acciones legales por supuestas coacciones de responsables del Ministerio del Interior.

La marcha se desarrolla en un ambiente festivo y encabezada por cuatro maniquíes vestidos con los uniformes antiguos y actuales del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil con la boca tapada y con un cartel que reza: "yo no hablo porque no me dejan". Dirigentes de los convocantes han denunciado que alguno de los autobuses que transportan a manifestantes a Madrid están siendo parados en carreteras de acceso a la capital para ser revisados y retrasar su llegada. Según los convocantes, el número de manifestantes se va a acercar a los 15.000 antes de que termine la manifestación en la Plaza de Colón. Custodian la protesta miembros de la Unidad de Intervención Policial, a los que se ve conversar con los compañeros durante el recorrido.