El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha pedido hoy serenidad al PP en sus declaraciones sobre supuestas escuchas ilegales y ha pedido que se denuncien judicialmente si hay pruebas y si no que se rectifique. Gabilondo ha respondido así al ser preguntado por las afirmaciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de que se están realizando escuchas telefónicas ilegales a dirigentes nacionales de su partido.

"Que yo sepa, esa orden no viene del Gobierno", ha respondido el ministro, quien ha subrayado que "la democracia es procedimiento y hay que aplicar los procedimientos". Por ello, ha considerado que "si hay pruebas y denuncias hay que analizarlas; y si hay pruebas, lo que debe haber son denuncias; y si no hay ni pruebas ni denuncias, lo que debe haber son rectificaciones". Tras un recorrido por obras del Plan E en Parla (Madrid), Gabilondo ha pedido que se hagan menos declaraciones.

"Lo que tenemos que hacer es, con serenidad, menos declaraciones aunque sea verano, y también, por nuestra parte, un poco de mesura en tanta declaración y tanto discurso", ha dicho, según la agencia EFE. Sobre este asunto el secretario general del PSM, Tomás Gómez, ha señalado que el único espionaje conocido en estos momentos en toda España es el que está siendo investigando judicialmente en el seno del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que administra el PP.

En este sentido, ha citado el refrán que dice que "piensa el ladrón que todo el mundo es de su condición".

Gómez ha defendido el máximo respeto para el Poder Judicial y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que hacen, ha añadido, un trabajo enorme al servicio siempre de los ciudadanos. Por otra parte, el diputado nacional del PSOE, Fernando Moraleda, ha pedido hoy María Dolores de Cospedal que "abandone la política si no demuestra sus graves acusaciones sobre las escuchas ilegales", pues considera que ha traspasado la barrera de lo que se considera difamación, seún la agencia Europa Press. Moraleda ha asegurado que con dichas declaraciones, en las que De Cospedal afirmaba que su partido tenía indicios de que se estaban haciendo escuchas telefónicas ilegales a personas del PP que no estaban vinculados con los presuntos casos de corrupción, "ha hecho daño a la democracia y a los demócratas, incluso a los del PP". El ex secretario de Estado de Comunicación se ha mostrado "profundamente desasosegado" porque haya sido una representante política de Castilla-La Mancha "la que haya traspasado la barrera y se haya metido en el camino de la difamación". Por ello, ha instado a la máxima portavoz de los populares de la región a que "nterponga una denuncia sobre el supuesto estado policial o, de lo contrario, "se ha de marchar". En este sentido, ha asegurado que la democracia "confiere a los responsables públicos una especial responsabilidad", que se corresponde con una medida "en la que no se puede usar la difamación como argumento político". De este modo, ha considerado que De Cospedal ha traspasado esta barrera democrática.

Igualmente, ha sotendido que la corrupción "es enemiga de la democracia y se tiene que combatir con la ley pero no con la crispación", pues si ésta se instala en la vida pública "se convierte en un arma de destrucción masiva de valores como el respeto y la tolerancia". DOBLE VARA DE MEDIR DEL PP También ha cusado al Partido Popular de tener una "doble vara de medir" a la hora de pedir responsabilidades en casos de supuesta corrupción pública, un compromiso que "está más allá de ideologías o creencias políticas". En otro momento, Moraleda ha mostrado su preocupación "por el camino emprendido por De Cospedal en la región castellano-manchega" con el ataque irresponsable al aeropuerto, con su aportación a la desestabilización económica de Caja Castilla-La Mancha (CCM) y con su aislamiento del Pacto por Castilla-La Mancha.

"Esta actitud no está en la genética de la política de la comunidad ni de España, y así no se hace región", ha señalado, añadiendo que las palabras de cargos públicos "no son gratuitas" y "pueden hacer daño al sistema democrático", por lo ha dicho confiar en que los "primeros que se rebelen contra las declaraciones de De Cospedal sean los verdaderos demócratas del PP".