El Ministerio de Defensa, que hace un mes invitó a los redactores especializados en temas militares a que fueran con el ministro José Antonio Alonso en el avión oficial durante su visita a EEUU, el miércoles dio marcha atrás y comunicó a todos los medios que esta visita debía ser cubierta por los corresponsales en Washington.

Pese a que Defensa alega "problemas logísticos" no especificados, el cambio se produjo a los cuatro días de que los responsables de prensa del ministerio tuvieran algún que otro encontronazo con los periodistas que informaron sobre la visita de Alonso a las tropas desplegadas en el Líbano.

Un responsable de comunicación de Defensa solicitó a los redactores que no hablaran con los soldados para que sus testimonios no restaran espacio a las palabras del ministro en las crónicas. Cuando los periodistas se aproximaron a los militares españoles para hablar con ellos, los responsables de prensa del ministerio intentaron impedírselo.

Y eso que la versión de los instruidos soldados corroboraba la versión del ministro Alonso: todos explicaron que el despliegue se había producido con normalidad, que habían sido bien recibidos por los libaneses y que estaban "orgullosos" de su trabajo en el Líbano.