Tayser Alony, el reportero vedete de la cadena de televisión qatarí Al Jazira, ¿está en prisión por sus vínculos con Al Qaeda o por haberse negado a colaborar con el juez Baltasar Garzón, que exigía que le revelara secretos e informadores? Las opiniones están divididas. Para la justicia española, no existe ninguna duda de que el periodista español de origen sirio es "uno de los miembros más eminentes" de la célula desmantelada en noviembre del 2001 en España. El fiscal Pedro Rubira y Garzón sospechan que incluso ha participado "en la organización, el apoyo y la infraestructura de esta célula".

Pero para la mayoría de periodistas e intelectuales árabes, el reportero, célebre por su entrevista con Osama bin Laden posterior al 11-S, es una víctima propiciatoria de la guerra contra el terrorismo. Unos 930 de ellos han firmado una petición pidiendo su liberación. Las organizaciones internacionales de defensa de los periodistas --con la muy señalada excepción de Reporteros sin Fronteras-- también protestan por su encarcelamiento.

"FUERA DE LUGAR"

"Me reuní con Alony a su regreso de Kabul porque tenía preguntas que hacerle sobre su trabajo bajo el régimen Talibán. Es falso creer que no tuvo problemas con ellos. Durante este periodo, tuvo dificultades constantemente. Lo poco que pudo trabajar fue gracias al ministro de Exteriores (Wakil Ahmad Mutawakil) de los talibanes. En la actualidad, paga muy cara su presencia en Afganistán durante ese periodo", dice Haytam Manna, portavoz de la Asociación Arabe de Derechos Humanos. Para sus defensores, Alony ha sido inculpado por negarse a responder a preguntas "fuera de lugar", algunas sobre la salud de Bin Laden.

Por lo que respecta a las guerras que EEUU ha librado contra Al Qaeda y los talibanes, o contra el régimen de Sadam Husein, la cadena de información qatarí se ha comportado más como una agencia al servicio de los regímenes establecidos que como un medio de comunicación independiente. Varios comentaristas árabes han denunciado esta desviación. "Lo he escrito varias veces en mis crónicas; ya no era información, sino propaganda", subraya Fay§al Baatut, un periodista instalado en Doha. De hecho, parecía que Al Jazira quisiera hacer olvidar que el Mando Central estadounidense también se encuentra en Qatar, país que alberga una de las bases estadounidenses más importantes de la región.

No obstante, esto no quiere decir que Alony, nacido en Dayr al-Zawr, Siria, en 1955, forme parte de las redes de Al Qaeda. Aunque varios medios de comunicación afirman que está próximo a los islamistas, en particular a los Hermanos Musulmanes sirios, organización prohibida en este país. Haytam Manna matiza mucho más: "Jamás ha sido miembro de los Hermanos Musulmanes. Cuando era estudiante, tuvo como compañero a un miembro importante de esta organización. Así pues, tiene buenos contactos, pero ha mantenido sus distancias con ellos". Además, según este responsable, también sirio, Alony ha estado a cargo de la misión de la Asociación Arabe de Derechos Humanos en Irak, bajo el régimen de Sadam Husein y bajo los norteamericanos.

En 1983, el periodista abandonó Siria para instalarse en España, para preparar un doctorado de Ciencias Económicas en Granada. Se casó con Fatima al-Zahra, una española originaria de Ceuta, con la que ha tenido cuatro hijos. En España se dedicó al comercio antes de trabajar seis años en el servicio árabe de la agencia Efe. Y fue reclutado por Al Jazira, por cuenta de la cual se entrevistó con el mulá Omar, el emir de los talibanes. A pesar de todo, a algunos periodistas árabes no les ha sorprendido su arresto. "El acceso a Bin Laden no es gratuito. Hay que entrar en el circuito. Esto es lo que seguramente tuvo que hacer", dice uno de ellos.

(A Alony se le vincula con la célula de Hamburgo, base de los terroristas del 11-S, porque es cuñado de un primo de Mohamed Zammar, miembro de la organización Al Qaeda).

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