La mochila localizada en la estación de El Pozo del Tío Raimundo fue desactivada en la noche del 12 de marzo del 2004, tras ser localizada en la comisaría de Vallecas. El teléfono que había en esa mochila permitió llegar al locutorio del marroquí Jamal Zugam, que vendió las tarjetas que activaron los móviles para explosionar las mochilas bomba. A las 48 horas de la matanza, la policía detuvo a cinco personas. Cuatro de ellas ya han sido liberadas. Gracias a esos arrestos fueron identificados los presuntos autores de la matanza que se suicidaron el 3 de abril del 2004 en Leganés (Madrid) cuando fueron cercados por la policía. Un día antes quisieron colocar una bomba en el AVE Sevilla-Madrid.