E el rey de Marruecos se comprometió ayer ante el Rey de España a reforzar el control de la emigración clandestina hacia Canarias. Para avanzar en esa tarea, Mohamed VI solicitó del Gobierno español asesoramiento técnico y ayuda económica.

Los 40 millones de euros (6.655 millones de pesetas) destinados por la Unión Europea son, a juicio de las autoridades marroquís, insuficientes. Para acometer el desarrollo policial que consiga aminorar la hemorragia de emigrantes que abandona las costas del sur de Marruecos hacia el archipiélago canario, hace falta más dinero. Y así quedó claramente planteado ayer.

En su reunión con el primer ministro marroquí, Driss Jettou, el rey Juan Carlos --que volvía a Marruecos en visita de Estado 26 años después de la anterior, en 1979-- anticipó que, en breve, los ministros españoles de Interior, José Antonio Alonso, de Trabajo y Seguridad Social, Jesús Caldera, así como la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, visitarán el país magrebí para prestar el apoyo requerido.

Las medidas aplicadas para contener la emigración ilegal a través del estrecho de Gibraltar la han reducido en un 18%, según confirmó en Marraquech el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

TRAFICO DE HUMANOS En el discurso que Juan Carlos pronunció anoche en la cena de gala ofrecida por Mohamed VI, instó a que ambos países prosigan sus esfuerzos en la lucha contra la inmigración clandestina y contra la "trágica realidad" del tráfico de seres humanos.

Los gestos de cordialidad, las mutuas alabanzas que se dedicaron ambos reyes y los compromisos económicos, comerciales y culturales que se preparan, auguran una nueva etapa en las relaciones entre los dos países. Juan Carlos proclamó que ese rumbo positivo no ha cambiado, "pese a los avatares que hayamos podido experimentar en nuestra historia más reciente", en alusión a la difícil etapa que se cerró con la derrota del PP.

En el cuarto centenario de El Quijote, España restaurará el teatro Cervantes de Tánger, e impulsará el proyecto para construir en Tetuán la universidad española de Los Dos Reyes. Además, las palabras de Juan Carlos en la cena de gala de anoche no pudieron ser más complacientes. Felicitó a Mohamed VI por su conocimiento del español, celebró "las reformas políticas y económicas" que ha puesto en marcha, y calificó de "hito en la construcción de Marruecos" el nuevo código de familia, que contribuye a la igualdad entre el hombre y la mujer.

REFERENCIA AL SAHARA Como estaba previsto, las alusiones al conflicto del Sáhara fueron incoloras, inodoras e insípidas. En su discurso, el Rey se limitó a referirse a que España contribuirá a encontrar una solución justa en el marco de la ONU, "aceptable y definitiva para todas las partes". Frente a actitudes reticentes sobre el papel de los servicios secretos marroquís en la prevención e investigación de la trama del 11-M, Juan Carlos agradeció "vivamente" la eficaz colaboración en la lucha antiterrorista.

Por su parte, Mohamed VI tampoco regateó elogios hacia su tío, español, como le llama familiarmente. En la apoteósica cena servida en el palacio real, invitó a desplegar "todo cuanto poseemos, a fin de alcanzar unas relaciones de compañeros estratégicos multidimensionales."

La llegada de los Reyes a Marraquech había sido triunfal. Al pie del avión, aguardaba el monarca con sus cuatro hermanos y su esposa. Un "lleno" que no hubo con el gran amigo de París, el presidente Chirac. Tras los besos afectuosos, el camino hasta Marraquech fue una fiesta.