No ha comenzado el diálogo formal entre el Gobierno y ETA. Pero no habrá ningún gesto del Gobierno hacia ETA para activarlo. José Luis Rodríguez Zapatero no "tiene en sus planes" ni acercar presos etarras al País Vasco, ni conceder beneficios penitenciarios a los condenados por terrorismo, ni dar facilidades a Batasuna para que dé el paso hacia su legalización. "No hay ninguna novedad", dijo ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.

El Ejecutivo aún no ha sentado a sus interlocutores con los que designe la banda para abordar los términos que conduzcan al "fin de la violencia", según fuentes gubernamentales. Y se produzca o no esa reunión en las próximas semanas, en septiembre comparecerá en el Congreso el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para dar cuenta del proceso de paz.

La constatable falta de avances durante el verano no inquieta al presidente, según fuentes de su entorno, que recuerdan que su posición en este asunto es "inamovible" respecto de la que estableció el pasado junio en el Congreso, cuando anunció la apertura de la negociación con los terroristas. "Los principios con los que el Gobierno ha abordado el proceso de paz son inamovibles", reiteró ayer la vicepresidenta para dejar patente que "ni se pagará precio político alguno" ni se rebasarán un ápice "los límites del Estado de derecho".

RESPETO A LA LEGALIDAD Diversas fuentes próximas al Ejecutivo han dejado entrever en los últimos días que los meses de verano no han sido fértiles. Batasuna no da muestras de intentar su legalización a través de la asunción de la ley de partidos --condena de la violencia, nuevo nombre y nuevos estatutos--, y el Ejecutivo no está dispuesto a bordear la legalidad.

Pese a ello, Zapatero continúa tan esperanzado como hace un mes, cuando reveló en León ante un grupo de periodistas que espera resultados concretos sobre la paz en un año. Será entonces, dijo el presidente, cuando la banda dé un paso "decisivo y trascendente", es decir, cuando convierta en definitivo el alto el fuego permanente que decretó el pasado 22 de marzo.

INFORMACION A LOS GRUPOS La ausencia de contactos formales entre el Ejecutivo y los etarras no eximirá a Zapatero de cumplir su compromiso de informar a los grupos parlamentarios en septiembre. Será Rubalcaba quien vaya a las Cortes.

Batasuna es la más afectada por la falta de avances. Zapatero ya dejó claro a principios de julio que su participación plena en la política requiere su legalización previa. Y que no consentirá una mesa de partidos, con Batasuna, en la que se discuta el encaje de Euskadi en el Estado hasta que el diálogo con ETA "acabe positivamente".

Pese a todo, los peneuvistas Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, se mostraron anoche "optimistas" respecto de la "irreversibilidad" del proceso de normalización.