El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, no tiene intención de ablandarse, o al menos eso es lo que puede interpretarse de su invitación a que los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que han caducado mandato se vayan a casa: "Los magistrados no están obligados a mantenerse en el cargo. El Código Penal no los castiga con la cárcel si dimiten", aseguró ayer, antes de desplazarse al palacio de Pedralbes para asistir a la recepción tradicional del día de Sant Jordi.

En el desayuno institucional, Montilla demostró que, al contrario de anteriores ediciones, tenía ganas de hablar, y aprovechó el homenaje a 300 personalidades que en el último año han recibido un premio de la Generalitat para apelar a la "esperanza" para superar estos tiempos de "dificultades". Los partidos catalanes están demostrando de momento voluntad para llegar a un acuerdo que les permita defender en Madrid una posición común. Para tranquilidad de los socialistas, sus socios, ERC e ICV-EUiA, esta vez no pretenden complicarles la vida. Y CiU está dispuesta a facilitar el consenso.