Dos banderas levantará mañana el socialista José Montilla en su discurso parlamentario de investidura como presidente de la Generalitat de Cataluña: la política social y la estabilidad del nuevo Ejecutivo de izquierdas. En una alocución milimetrada, sin espacio para la improvisación, fiel a su estilo, Montilla expondrá el modelo de país que quiere para Cataluña, según indicaron fuentes socialistas a este diario: una sociedad cuya identidad esté definida por el Estado del bienestar, la igualdad de oportunidades, las libertades, el patriotismo de los derechos y los deberes ciudadanos, el progreso, la seguridad, la sanidad, la educación y la atención a los desprotegidos.

Se trata del proyecto de "catalanismo social" predicado por Montilla que, a excepción de las turbulencias de la anterior legislatura, seguirá la estela del Gobierno de Pasqual Maragall. El tema de los sobresaltos del primer tripartito estará presente en el discurso de investidura. Y con probabilidad, en el debate parlamentario del viernes, previo a la votación en la que Montilla será investido president , el primero de la Generalitat democrática nacido fuera de Cataluña.

El líder socialista hará hincapié, según las citadas fuentes, en el propósito de los aliados de la Entesa --la marca del segundo tripartito de la izquierda catalana-- de abrir una era de estabilidad política en Cataluña. Eso mismo ("una etapa de sosiego") pidió para Cataluña el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, el lunes pasado en el foro de opinión Tribuna Barcelona.

OFENSIVA Mientras, CiU emprendió ayer una ofensiva contra Zapatero para que abandone su discurso de calculados equilibrios y clarifique el escenario de sus alianzas en Madrid. A modo de aperitivo, Duran transmitió al presidente que "asuma" que no tendrá en CiU un aliado estable. La formación basa su ofensiva en la convicción de que el pacto de Montilla con ERC en Cataluña incomoda a Zapatero.