La expectación era grande. El presidente de Bolivia, Evo Morales, había convocado a la prensa para aportar documentación sobre los supuestos vínculos del PP con un fallido golpe de Estado en La Paz en el 2008. Y ante decenas de periodistas asistentes a la cumbre UE-América Latina y el Caribe, y con sus espaldas vigiladas por un edecán, Morales se limitó a leer lo que, según dijo, eran artículos de prensa que supuestamente vinculan a la Fundación Iberoamérica Europa (FIE), presidida por Pablo Izquierdo Juárez, exdiputado del PP y exconsejero de prensa de José María Aznar en Castilla y León, con la trama golpista. "Yo no acuso a nadie, solo me he hecho eco de las informaciones aparecidas", subrayó.

Nada nuevo en el horizonte, pero suficiente para irritar a los populares. Si el martes fue la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, la que afirmó que nada se puede esperar de un dirigente que advierte "contra los riesgos de comer pollo", ayer el secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, dedicó al presidente boliviano dos calificativos; "payaso" y "loco".

Igual que hizo el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en la víspera, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, puso muy en duda las afirmaciones de Morales. "Siempre he pensado que el PP es un partido que respeta y promueve los valores democráticos", aseguró. Previamente, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, había exigido al Gobierno que rectificara el "disparate" del mandatario boliviano.

Para probar sus acusaciones, Morales aportó recortes de prensa, que según leyó, informaban de desembolsos de la citada fundación entre marzo del 2008 y abril del 2009 a favor de la CAINCO, la Cámara de Comercio e Industria de la provincia rebelde de Santa Cruz, por una suma de mas de más de dos millones de bolivianos (unos 252.000 euros). A su vez, CAINCO, según Morales, habría girado tres cheques a favor de "grupos separatistas y golpistas". Morales afirmó que está probado que CAINCO formó parte de la trama golpista que intentó derrocarle.

SOLIDARIDAD CON GARZON Tras su comparecencia ante los "amigos de la prensa", Morales acudió a un céntrico hotel madrileño para entrevistarse con otro personaje relevante que también se ha sentido en el punto de mira del Partido Popular: el juez Baltasar Garzón. El presidente boliviano expresó su "solidaridad" con el magistrado --al que hizo esperar durante 40 minutos-- y manifestó no comprender "cómo un hombre de justicia como este juez puede ser ajusticiado". Garzón abandonó el encuentro sin hacer declaraciones a la prensa.