La oposición no quiere olvidarse sin más del asunto de la retirada de las tropas españolas de Kosovo. El Partido Popular incidió ayer en las propias filtraciones de la diplomacia española en la que se daba cuenta del malestar de Estados Unidos y de la OTAN ante la decisión anunciada por la ministra de Defensa, Carme Chacón. El diputado conservador, Gustavo de Arístegui, que había aplaudido inicialmente la retirada de tropas, se enfrentó al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, al considerar que España "está haciendo el ridículo en el ámbito internacional". El ministro negó esa acusación, pero anunció que ha abierto una investigación interna y que se elaborarán "nuevas normas" para garantizar la circulación de información confidencial.

Arístegui aprovechó la sesión de control en el Congreso de los Diputados para seguir ahondando en una de las cuestiones que ha concitado la unanimidad de casi todos los grupos parlamentarios. Aunque la propia ministra Chacón ha dado por zanjados los "equívocos" que provocó la decisión, y de que la OTAN también lo considera cerrado --ayer mismo lo certificó así el portavoz del secretario general desde Bruselas--, Arístegui hizo alusión a dos telegramas remitidos por el embajador español ante la OTAN, Carlos Miranda, en los que expresaba el descontento de la Administración norteamericana y de la propia organización militar por el anuncio de la retirada de tropas de Kosovo sin pactar previamente un calendario con los aliados. Esos telegramas, dirigidos a Moratinos, los publicó el diario ABC.

EROSION POLITICA Ante ello, el diputado del PP calificó de "rosario de errores" todo el asunto protagonizado primero por el Ministerio de Defensa y después por el de Exteriores. Moratinos mostró su "rechazo" a la filtración y abundó en esa investigación interna que deberá esclarecer lo sucedido. Pero el titular de Exteriores no se arredró. Dio por superado el incidente y recordó que el propio Arístegui, en un artículo, había considerado la decisión de retirar las tropas de Kosovo de "acertada e imprescindible", antes de conocer cómo se había producido el anuncio.

Pero la oposición al Gobierno, que ha experimentado en las últimas semanas enormes dificultades para sacar adelante sus proyectos en el Congreso, donde ningún grupo se presta a ofrecer su colaboración, mantiene vivo el asunto de Kosovo como objeto de erosión política de primer orden. Lo comprobó ayer la ministra Chacón, con una interpelación del diputado de CiU, Jordi Xuclà, quien quiso conocer la fecha de la retirada de las tropas en Kosovo, con un discurso persistente que irritó a la titular de Defensa, quien llegó a calificar de "ridículo, esperpéntico y desproporcionado" el intento de alargar el asunto.

Chacón, que se limitó, tras su anuncio en Kosovo del pasado 19 de marzo, a decir que sería "antes de que finalice el verano", no concretó fecha, más allá de asegurar que será "gradual" y que se realizará protegiendo los intereses de la OTAN. Pero Xuclà insistió, calificando la decisión de la ministra de "abrupta", indignando a la ministra.

Por la tarde, CiU anunció que hoy presentará una moción para debatir y votar la "gestión" de la ministra de Defensa en este asunto. Según informaron fuentes del grupo nacionalista, la decisión de presentar la moción se tomó tras las explicaciones de Chacón en el Congreso. CiU estimó que Chacón no ofreció aclaraciones "suficientes".