El ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, elogió ayer "el trabajo que hizo a lo largo de siete años" el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, James Baker, e hizo votos por que se mantenga en pie el llamado plan Baker de Naciones Unidas para la zona.

Moratinos se refirió así a la dimisión del enviado especial de la ONU, quien, en los últimos siete años, ha intentado sin éxito poner de acuerdo al Gobierno de Marruecos y a los independentistas del Frente Polisario para solucionar el litigio sobre el Sáhara Occidental. "Tengo la solidaridad de haber compartido responsabilidades de mediación y, por lo tanto, me siento muy próximo al señor Baker", manifestó ayer Moratinos.