Los Gobiernos de España y Marruecos manifestaron hoy en Rabat su propósito de devolver la normalidad a sus relaciones después de la crisis que hace dos meses las enturbió cuando los Reyes de España visitaron Ceuta y Melilla.El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, viajó a la capital marroquí y entregó a su homólogo, Taib Fassi Fihri, una carta del Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dirigida al soberano marroquí, Mohamed VI.

Ni Moratinos ni Fassi Fihri explicaron cuál es el contenido de la carta del presidente del Gobierno español al monarca alauí, en cuyas manos está ahora la decisión de ordenar el retorno a Madrid del embajador marroquí en España, Omar Azziman. Ninguno indicó cuándo regresará el diplomático a la capital española, de donde fue llamado a consultas el 2 de noviembre por orden del rey Mohamed VI como símbolo de la irritación que provocó la primera visita oficial de los Reyes españoles a las ciudades autónomas del norte de Africa cuya soberanía reclama Rabat.

Esa visita fue rechazada inmediatamente por el Gobierno marroquí, una coalición de partidos encabezada por el primer ministro Abás el Fassi, líder del nacionalista Partido Istiqlal, que siempre ha reivindicado la unidad territorial de este país del Magreb. El desplazamiento de los reyes a Ceuta y Melilla fue además mal visto en Marruecos por coincidir con el aniversario de la Marcha Verde, mediante la cual este país se anexionó en 1975 el Sáhara Occidental, hasta entonces bajo soberanía española.

Moratinos manifestó en esta primera reunión oficial bilateral pública y de alto nivel desde que comenzó la crisis el propósito del Gobierno español de recuperar "lo más rápidamente posible" las relaciones y tanto él como Fassi Fihri admitieron que éstas han atravesado momentos difíciles. "Hemos tenido en el reciente pasado alguna situación difícil", reconoció el ministro español, mientras que su colega marroquí lo expresó de la siguiente manera: "estas relaciones conocieron estos últimos meses un deterioro marcado por la visita del rey Juan Carlos I a Ceuta y Melilla".

La visita real a ambas ciudades estuvo en el origen de manifestaciones populares de rechazo en Marruecos, donde los medios de comunicación criticaron casi unánimemente esa decisión, que vincularon con actitudes coloniales.

En cuanto a la reivindicación marroquí de la soberanía de estas ciudades autónomas españolas, Moratinos explicó que el asunto de Ceuta y Melilla "es un tema que ha estado presente en la reunión, pero hay posiciones divergentes y son conocidas". "Es lo que hemos constatado", repitió Moratinos de manera escueta.

Fassi Fihri aseguró que en la reunión de hoy en Rabat ambas partes manifestaron su intención de "trabajar juntos" dentro del respeto mutuo y con el propósito "de no tocar las sensibilidades profundas de cada pueblo". Moratinos dijo que había aceptado la invitación para viajar a Rabat para lograr el objetivo de que Marruecos y España "sigan trabajando juntos para construir una relación positiva, amistosa y fructífera".

El ministro español destacó de la continuidad de la relación bilateral dentro de la normalidad al señalar que visitará de nuevo Rabat el próximo 20 de enero, para participar en la reunión prevista de la "Iniciativa 5 + 5", formada por España, Francia, Portugal, Italia, Malta, Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania y Libia. Antes dijo que delegaciones de alto nivel volverán a encontrarse en la reunión del Primer Foro de la Alianza de Civilizaciones, los próximos días 15 y 16 de enero en Madrid. "Deseamos seguir manteniendo el nivel de relaciones y contactos lo más rápidamente posible", insistió el ministro español, quien explicó que la voluntad de ambos países "es la de constatar la normalidad de las relaciones".>