El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, comienza mañana una visita a Venezuela, que proseguirá en Brasil, acompañado de una amplia delegación de empresarios con el fin de estrechar las relaciones con el Gobierno de Hugo Chávez con la firma de acuerdos económicos.

Moratinos, quien llegará esta noche a Caracas, tiene previsto reunirse el martes con Hugo Chávez, un año después de que el presidente venezolano visitara España para zanjar la crisis por el incidente con el Rey del "¿Por qué no te callas?" en la Cumbre Iberoamericana de Chile en noviembre de 2007. El encuentro con Chávez, que ese día cumple 55 cumpleaños, será el marco para la firma varios contratos con algunas de las empresas que acompañan a Moratinos y que quieren afianzar su relación con el país sudamericano, como Repsol YPF, Iberdrola, Telefóncia o Mapfre.

Entre los acuerdos de más envergadura que se prevén firmar, estarían el de Iberdrola y Elecnor, para construir una planta de ciclo combinado, y el de Repsol para participar en la exploración en la Faja del Orinoco, la mayor reserva de crudo del mundo. Chávez ya expresó durante su estancia en España su deseo de que la petrolera tomara parte en este proyecto, que se enmarca en el acuerdo de cooperación energética entablado entre ambos países el pasado año.

Este convenio va a permitir al Gobierno comprar petróleo venezolano a un mejor precio, a cambio de tecnología para proyectos de desarrollo del país sudamericano. Las "expectativas razonables" de negocio en materia energética se extienden a otros sectores como el de las infraestructuras, el ferroviario, el naval o el turismo, según Exteriores. Entre la veintena de empresarios que van con Moratinos, hay también representantes del Santander, que cerró de forma amistosa a comienzos del presente mes la venta al Gobierno de Chávez de su filial el Banco de Venezuela por valor de 1.050 millones de dólares (750 millones de euros).

En el plano político, Moratinos analizará el estado de la relación bilateral y la crisis política de Honduras. A pesar de episodios como el choque verbal con el Rey, el Gobierno ha seguido apostando por el diálogo con Venezuela por ser un socio más de la comunidad iberoamericana, aunque no cuenta con la etiqueta de socio estratégico que sí tienen países como México, Brasil, Argentina o Colombia. Chávez contribuyó a zanjar aquella crisis con su viaje a España, durante el que se reunió con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en Madrid, y con el Rey, en Palma de Mallorca.

Aquella visita tuvo lugar un mes después de la última que hizo Moratinos a Caracas, que ya representó una normalización en las relaciones. En cuanto a Honduras, donde Venezuela se ha volcado para que el presidente destituido, Manuel Zelaya, vuelva al poder, Moratinos insistirá en apoyar esta solución, aunque a través del diálogo y la mediación para evitar situaciones de violencia. Moratinos se reunirá con los ciudadanos hispano-venezolanos que se han visto afectados por las expropiaciones de terrenos.

Según Exteriores, aún queda un centenar de casos -unas 80 fincas rurales y 25 urbanas e industriales- pendientes de resolverse en los que a pesar de la complejidad, se puede avanzar gracias a la confianza y al diálogo que hay con las autoridades venezolanas. En su estancia en Caracas, participará en una ofrenda floral ante la tumba del Libertador Simón Bolívar, en el Panteón Nacional, y se reunirá con la comunidad judía-sefardí, que ha denunciado sentirse discriminada por el Gobierno de Chávez.

Moratinos llegará el miércoles a Brasilia, también con el doble objetivo de reforzar las relaciones políticas e identificar nuevos proyectos atractivos para las empresas españolas. No está cerrado el encuentro con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pero sí con varios miembros de su Ejecutivo, en especial, los del área económica.