Una historia increíble. Severo Moto, líder de la oposición de Guinea Ecuatorial, reapareció ayer en Madrid para denunciar que logró salvar su vida milagrosamente en Croacia. "Mis asesinos se convirtieron en mis ángeles", afirmó. El dirigente político implicó a los servicios secretos españoles en esta operación y al presidente de esa republica africana, su eterno enemigo, Teodoro Obiang.

Moto explicó que fue a Croacia a buscar asilo político porque en España, donde está exiliado, se sentía "acogotado" y con el "cuerpo acribillado de miedo". El líder político explicó que teme que el Gobierno pueda extraditarle a Guinea o enviarle a un país suramericano. De momento, la policía le ha puesto escolta y ha abierto una investigación.

YATE Por ello, acompañó a un belga, Christian de Foix, a Croacia, donde presuntamente fue secuestrado el 20 de marzo cuando iba por el Adriático en un yate. "Me dijeron que tenía que tirarme al mar", pero sus asesinos --"que trabajan en una fábrica de armas para la OTAN"-- le salvaron la vida. "Dijeron que era un hombre de Dios", afirmó.

Después, estuvo en una casa desde la que vio el funeral del Papa y escribió un diario. Y se reunió, para hacerse una sesión de fotos, con su "asesino" en la oficina de una revista croata, la misma que publicó una entrevista con él la pasada semana.

"Tengo información de unos amigos de que los servicios secretos españoles están detrás", dijo, pero admitió que no tenía pruebas. "Alguien me lo dijo", señaló escuetamente, y confió en que esa persona aporte más datos a la investigación. También citó una reunión en Suiza con otros servicios secretos para preparar su muerte porque "la mano de Obiang llega a todas partes".

Moto afirmó que su mujer no sabía dónde estaba. "Le dije que me iba fuera". Por eso, su esposa tardó un mes en denunciar su desaparición. Durante su estancia en Croacia no pudo llamarla, pero sí tuvo acceso a teléfonos móviles que recibían mensajes en los que se preguntaba por su muerte, según dijo. Denunció además que su partido vive en la "indigencia económica". La rueda de prensa se celebró en un hotel de cuatro estrellas.