La mala suerte se ha cebado con las Fuerzas Armadas en la última semana. Cuatro días después de que un militar falleciera a bordo de un blindado en el Líbano, un teniente y un sargento perdieron la vida ayer en un accidente aéreo en Bosnia, en el que también murieron dos oficiales alemanes. Un grupo de expertos en siniestros aéreos viajó hasta el lugar para esclarecer las causas.

La aeronave despegó a las 11.30 horas del cuartel de la fuerza de la UE en Bosnia, en Sarajevo, para llevar a los oficiales alemanes, pero se estrelló poco después en Banja Luka por "causas desconocidas", según Defensa. La zona es boscosa y de difícil acceso, y hay minas de los 90, lo que complicó el acceso.

El helicóptero (un BO-105) siniestrado, que suele usarse para trasladar personal y material, volaba acompañado por otra aeronave, pero sus tripulantes no pudieron ver la caída del aparato, solo la densa columna de humo, lo que dificultará la investigación. La asociación de militares AUME exigió que, "a la mayor brevedad posible", Defensa dé cuenta de los detalles.

A este respecto, fuentes del ministerio aseguraron que el destacamento aéreo de dicha misión lleva a cabo con frecuencia este tipo de desplazamientos y descartaron que el helicóptero registrara problemas técnicos. Además, había buenas condiciones meteorológicas. Dichas fuentes añadieron que quizá un representante del ministerio se desplace hasta la zona para repatriar los cuerpos y expresar sus condolencias al contingente. La ministra Carme Chacón habló por teléfono con las viudas.

Ambos pilotos, el teniente Santiago Hormigo Ledesma, de Badajoz y de 32 años, y el sargento Joaquín López Moreno, de la misma edad, estaban casados y el primero tenía dos hijos. Pertenecían a un batallón de helicópteros del Ejército de Tierra, con sede en Almagro (Ciudad Real).

El Ayuntamiento de Miguelturra, donde residía el Hormigo, decretó dos días de luto, y su alcalde, Ramón Rivero, expresó la "conmoción" del municipio.