Un espectacular vestido negro, corto y unas sandalias de tacón rojon de Stella McCartney ha sido el modelo que ha elegido Garbiñe Muguruza para la foto oficial de su triunfo en Roland Garros en la plaza de la Concordia en París, elegido por la organización aunque ella pensaba que la llevarían a la Torre Eiffel.

Feliz, orgullosa y sin muestras de cansancio en su rostro, a pesar de haberse ido a la cama pasadas las tres de la madrugada, después de una pequeña celebración la noche del sábado con su equipo y su familia en un restaurante de Trocadero en el que también ha celebrado muchos de sus triunfos en París, Rafael Nadal. Esta mañana ha posado con la copa Suzanne Lenglen, que se quedará en París, mientras a ella le darán una réplica mucho más pequeña. "Un mini llavero", bromeó el sábado. Muguruza posó radiante como nueva reina de París antes de marcharse a Barcelona para descansar un par de días y volver a la competición la semana que viene en el nuevo torneo de hierba que se disputará en Calvià(Mallorca), donde será la gran favorita junto a la serbia Ana Ivanovic.

La tenista española ha saboreado su primer Grand Slam que no quiere que sea el último, acompañada por sus padres, José Antonio y Scarlet Blanco y sus hermanos Asier e Igor. A sus 22 años se siente preparada para la gran aventura y dispuesta a buscar nuevos éxitos. "Roland Garros ya está tachado de mi lista", dijo tras ganar el título. Muguruza quiere ue está lista para el combate. Hoy toda la prensa internacional destacaba su victoria que le permitirá este lunes saltar al número 2 mundial.