Las mutuas especializadas en accidentes laborales han calculado que deberán abonar 29 millones de euros (4.825 millones de pesetas) a los trabajadores que fallecieron o fueron heridos mientras acudían a su empleo la mañana del atentado del 11-M en Madrid. Estas indemnizaciones se añadirán a las previstas por el Gobierno para las víctimas de terrorismo.

El director gerente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), Enrique Valenzuela, reconoció que, de las 192 víctimas mortales, 117 eran trabajadores que iban a su empleo, lo mismo que unos 600 heridos. El resto eran estudiantes, niños o indocumentados.

La legislación considera este siniestro como accidente laboral in itinere y, por tanto, las mutuas contratadas por sus empresas deberán cubrir esta contingencia, que incluye indemnizaciones y la asistencia sanitaria. El presidente de la Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (Anepa), Juan Carlos Bajo, no descarta que surjan más trabajadores afectados psicológicamente por el atentado y que puedan ser objeto de baja laboral. Por este motivo, no quieren dar por cerrada la cifra total de beneficiarios.

En España, el 97% de los trabajadores están cubiertos por las mutuas de accidente de trabajo y enfermedades profesionales. Estas empresas, con personalidad jurídica propia, gestionan parte de los presupuestos de la Seguridad Social destinados a cubrir riesgos laborales. Por este motivo, reciben parte de la cuota de las nóminas de todos los asalariados.

EL MAYOR ACCIDENTE LABORAL Valenzuela reconoció que "en los 104 años de historia de las mutuas, el atentado del 11-M ha sido el accidente laboral colectivo más grave".

Los costes recaerán en 12 mutuas ubicadas en la capital madrileña pero, como probablemente no podrán hacer frente a los pagos, la Tesorería de la Seguridad Social asumirá el cargo aunque, en un plazo de cinco o seis años, revertirá estos costes solidariamente a las cuentas de las 29 mutuas que hay en España, explicó Valenzuela.