Ningún preso etarra ha iniciado por ahora una huelga de hambre para lograr mejoras en su situación penitenciaria. Contra lo que pronosticó el PP, los terroristas de ETA internos en las cárceles españolas no han seguido el ejemplo de Iñaki de Juana Chaos, trasladado el 1 de marzo a Euskadi tras 115 días de ayuno.

Entre los 55.000 reclusos, solo 11 se encontraban ayer en huelga de hambre para exigir el mismo trato que De Juana. Todos ellos hacen vida normal y no han sido ingresados en la enfermería, según fuentes penitenciarias.

Dos de ellos, próximos a las tesis del ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas y condenados por pertenencia a banda armada, se declararon en huelga de hambre poco antes de la concesión del segundo grado a De Juana. Su ayuno, según las citadas fuentes, es parcial.

CONTROL MEDICO Los otros nueve están condenados por delitos comunes, como homicidio, asesinato o robo con violencia. Como es preceptivo, los 11 huelguistas han rellenado la instancia en la que explican las causas de su decisión. Su peso se controla a diario y el seguimiento médico se ha reforzado.

Los presos de ETA tampoco han tomado ninguna otra iniciativa de protesta contra la política penitenciaria. Al no haber recibido órdenes de la dirección de la banda, tampoco han optado por una huelga de hambre rotatoria.