Las primarias para elegir a un nuevo secretario general anunciadas este lunes por Pedro Sánchez suponen para el PSOE adentrarse en un laberinto con varias salidas. Ninguna de ellas, en principio, traería consigo que el partido se volviera a unir. Aquí las cuatro principales.

EL INTENTO DE SUMAR A PODEMOS Y C'S

El líder del PSOE quiere continuar hablando en las próximas semanas con Podemos y Ciudadanos para explorar una mayoría alternativa al PP, pero no sellaría un pacto hasta contar con el "aval" del partido. Si vuelve a torcer el brazo a los críticos, convoca las primarias anunciadas para el 23 de octubre y gana la contienda interna, apenas tendría ocho días para firmar esa alianza, antes de ladisolución de las Cortes. El triple entendimiento ya se antojaba difícil por los vetos mutuos de Pablo Iglesias y Albert Rivera, pero en este caso Sánchez tendría menos tiempo y menos fuerza, con el partido tan dividido, para conseguirlo.

COMICIOS SIN LOS REFERENTES SOCIALISTAS

Si Sánchez consigue convocar las primarias, las gana pero no alcanza un pacto de gobierno que le lleve hasta la Moncloa, habría terceras elecciones y él repetiría como cabeza de lista. Sería una campaña atípica en el PSOE. Los principales referentes del partido (desde Felipe González hasta la inmensa mayoría de los presidentes autonómicos) están enfrentados al secretario general y en principio no compartirían escenario con él. La imagen de división interna tampoco ayudaría a los socialistas en las urnas.

GESTORA O VOTACIÓN EN CONTRA DEL LÍDER

Los críticos con el secretario general, que consideran que la convocatoria de un congreso es "ilegal" porque no ha seguido el cauce ortodoxo y creen que supone una "cortina de humo" para "tapar los malos resultado", tienen varias formas de abortar el plan de Sánchez. Las que más discuten en este momento son dos. Por un lado, la dimisión de más de la mitad de los 36 miembros de la ejecutiva socialista, que conllevaría la salida del actual líder y la creación de una comisión gestora. Sería este organismo quien tendría la difícil papeleta de decidir entre abstenerse con el PP o ir a terceras elecciones, dado que los críticos descartan gobernar con solo 85 diputados. Si se repiten los comicios, las bases deberían, en principio, elegir a su nuevo candidato. Y Sánchez, que aparecería como un mártir al que no han dejado «dar voz» a la militancia, podría presentarse. La segunda manera de impedir el congreso relámpago pasa por ganar la votación y frenar su convocatoria. Si no hay sobresaltos, tendrá lugar en el comité federal del sábado. Sánchez no estaría obligado a dimitir si se da este desenlace, pero sería la comprobación de que no goza de la autoridad ni el apoyo necesario para continuar dirigiendo el partido. En cualquier caso, el líder eludió aclarar qué haría si se acaba dando esta hipótesis.

COMICIOS O EL LASTRE DE UNA ABSTENCIÓN

Si Sánchez gana la batalla por la celebración del congreso, pero luego pierde en la votación de las bases frente a otro contrincante el próximo 23 de octubre, el escenario también sería complejo. Todaslas miradas se dirigen a Susana Díaz. Si Díaz venciera a Sánchez en el duelo orgánico por el favor de los afiliados y optase por ir a terceras elecciones, estaría llamada a ser también la cabeza de lista y tendría que abandonar su cargo de presidenta de Andalucía, algo que no forma parte de sus planes. Si por el contrario eligiese la abstención en una nueva investidura de Mariano Rajoy, su era al frente del PSOE nacería con un pesadísimo lastre.