La presentación de los informes finales suele ser la fase más árida de los juicios. Consiste en largas y monótonas lecturas de unos hechos ya relatados hasta la saciedad. En el caso del 11-M ocurre todo lo contrario. Esta fase, que comenzó el lunes con la intervención del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, está desatando un torrente de emociones contenidas. La fiscal del caso, Olga Sánchez, arremetió ayer contra algunos periodistas por su tratamiento informativo del proceso, que consideró "indigno" de las víctimas.

El letrado de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, Antonio Segura, denunció a su vez la "grave irresponsabilidad" de José María Aznar por la "foto de las Azores". En uno de los momentos más emotivos del juicio, Segura pidió a quienes resulten culpables de la masacre que "no olviden" que su crimen segó la vida de personas "pacíficas, trabajadoras y honestas", que, dijo, rechazaban en su mayoría, como la sociedad española, la guerra de Irak. Los procesados lo escucharon cabizbajos en el habitáculo blindado.

REPROCHES La intervención de la fiscal le acarreó momentos de tensión con el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. La representante del ministerio público afirmó que algunos periodistas que han informado del 11-M son "personas que a lo mejor pudieron aprobar la carrera de periodismo, pero no tienen la altura y la grandeza de una profesión tan importante en una sociedad democrática".

--Se excede usted de los límites de un informe jurídico. Recondúzcalo --le espetó el juez.

--Se han hablado cosas de este ministerio fiscal y de otras partes que hemos trabajado...

--Podrá ejercer las sanciones que considere oportunas, pero no podemos dedicar más tiempo a reproches a los que no son partes procesales --la cortó el juez Bermúdez.

--No he pretendido hacer reproches particulares, y no es costumbre de este fiscalía insultar a nadie --zanjó la fiscal.

"PERECILLA" Después intervino el fiscal Carlos Bautista, que, con una oratoria brillante y golpes de humor, respondió a las partes que han cuestionado pruebas de la causa y desmontó los motivos de nulidad alegados por algunos letrados. Tras defender que todas las pruebas se obtuvieron conforme a la ley, Bautista ironizó sobre el celo legalista exhibido en este proceso por algunos abogados: "Por el hecho de que no se llamen Patxi y no lleven txapela , ¿no es terrorismo?".

El fiscal se mofó de la "perecilla" de algunos letrados que han basado parte de su estrategia en informaciones de prensa. En respuesta a una parte que ha solicitado la nulidad de la causa porque la declaración policial de su cliente se produjo en presencia de varios abogados, dijo: "Debí de perderme algún capítulo de derecho procesal de Barrio Sésamo". Bautista consideró necesario clarificar el "estatuto del confidente" con el fin de superar las "lagunas" en la relación con los chivatos policiales. De José Emilio Trashorras dijo que es "un desalmado".

El abogado Segura citó el juicio del 11-M como ejemplo del respeto de la justicia española a los derechos humanos en contraposición a lo que sucede en Guantánamo. Respecto a los explosivos, dijo que le basta saber que se utilizó "dinamita" y pidió "a quienes no saben de explosivos, que se abstengan de hacerlo", en alusión a algunos expertos que intervinieron en el informe pericial.