Sarkozy sabía que la pregunta iba a caer. Con algún elegante rodeo, tuvo que hacer frente a la cuestión: "¿Cree usted que Zapatero es inteligente?". El jefe de Estado dijo que la polémica --por unos presuntos comentarios sobre la escasa brillantez del español-- no existe y se ha generado por "un mediocre debate de politiqueo en Francia".

"No hemos tenido tiempo que perder para comentar este tipo de cosas", aseguró el presidente francés. "Nuestra relación va más allá de la fraternidad profesional. Ninguno de los dos va a caer en las trampas políticas. Zapatero es muy brillante, demasiado joven y corre demasiado rápido", añadió Sarkozy, que dio por zanjado el tema.