Tres veces se les preguntó y las tres veces escurrieron el bulto. Las candidatas del Partido Comunista de las Tierras Vascas --que Batasuna baraja como destinataria de los votos que no podrá recibir al ser ilegal-- se negaron ayer a condenar de forma explícita a ETA. Las representantes de la nueva lista aberzale, cuyas siglas en euskera son EHAK, optaron por repetir la misma fórmula genérica "a favor de todos los derechos humanos" que no sirvió para evitar la ilegalización de Aukera Guztiak, anulada por los tribunales al considerarla una máscara de Batasuna.

Una enfermera, una empleada de una página web y una prejubilada de Telefónica son los rostros de un partido desconocido, Euskal Herrialdetako Alderdi Komunista. Tras ellas se vislumbran los hilos que conducen a Batasuna, al menos dada la gran coincidencia de mensajes. Hasta ayer, tercer día de campaña, Nekane Erauskin (Guipúzcoa), Maite Aranburu (Vizcaya) y Karmele Berasategi (Alava) no presentaron en público su candidatura. No supieron precisar qué les diferencia de Batasuna, más allá de apuntar que la coalición de Arnaldo Otegi presenta "un pequeño vacío en temas sociales".

GUION REPETIDO En un lenguaje calcado del que emplea Batasuna cuando se refiere al terrorismo de ETA, las candidatas leyeron una nota que proclamaba: "En Euskal Herria se conculcan muchos derechos fundamentales y en EHAK estamos a favor de todos los derechos humanos, lo cual quiere decir que estamos en contra de toda violación de cualquier derecho humano. Para superar esta situación creemos imprescindible construir una realidad democrática". De ese guión no se salieron ante las preguntas sobre la condena a ETA.

Erauskin, Aranburu y Berasategi comparecieron en San Sebastián, junto con 17 candidatos a sus espaldas, algunos "militantes o independientes" de la llamada izquierda aberzale. "De todo hay en las listas", dijeron. Sin embargo, aunque el partido tiene casi tres años de vida, no supieron o no quisieron revelar la cifra de afiliados.

FEUDOS RADICALES Por toda parafernalia electoral apenas podía verse un cartel del tamaño de un folio con el lema en euskera Democracia y paz. Vota a EHAK y, a modo de logo, la estrella roja del partido comunista. La carencia de medios parecía evidente, pero ayer por la tarde ya aparecieron empapeladas con carteles de EHAK las calles de poblaciones con fuerte implantación de Batasuna, como Rentería.

Esta minúscula fuerza se ha convertido en el quebradero de cabeza de los partidos en liza en la campaña vasca. El PP presiona al Gobierno socialista para que actúe contra EHAK, pero el Ejecutivo no ve argumentos sólidos para que los tribunales lo ilegalicen, dada la división que hubo en el seno del Constitucional en el caso de Aukera Guztiak.

GOBERNABILIDAD La candidatura de EHAK trastoca los planes del lendakari, Juan José Ibarretxe, porque no podrá recabar los votos de Batasuna si ésta pide el respaldo de sus electores para el Partido Comunista de las Tierras Vascas. En caso de que Ibarretxe y sus aliados de EA e IU-EB ganen las elecciones pero no logren mayoría absoluta, un grupo parlamentario de EHAK conseguido gracias al apoyo de Batasuna supone una incógnita. Sus candidatas no desvelaron si apoyarían el plan Ibarretxe . Sólo dijeron que actuarían con "responsabilidad" hacia sus votantes.