Letras de color rojo sangre chorreando, una pistola que apunta al observador y la leyenda: "¿Hablamos? Con asesinos NO, gracias". Este es el cartel y la portada del tríptico que las Nuevas Generaciones del PP en Castilla y León se disponían a distribuir hasta que la cúpula del partido les ordenó anular la campaña por su truculencia. La versión oficial de NNGG, en cambio, es que "no era el momento adecuado" para la campaña porque ahora "hay que dejar el protagonismo a personas y colectivos como las víctimas".

"Zapatero se ha rendido a los pies de los asesinos de ETA; está a punto de concederles lo que llevan 25 años buscando: forzar la negociación bajo la amenaza de más muertes. Porque el derecho a la vida no es negociable". El contenido de la campaña no desmerecía. Acusaba a Zapatero de romper el pacto anti-ETA, poner al Congreso "de rodillas" ante la banda. Y al fiscal del Estado, de "promover la excarcelación de terroristas". El tríptico también recuerda que "muchos militantes" de Terra Lliure "ingresaron en ERC".