Todos aquellos a los que ayer se les preguntó sobre el nuevo tropiezo judicial del juez Baltasar Garzón contestaron. La mayoría para apoyarle, aunque la decisión del Tribunal Supremo de sentar al juez en el banquillo de los acusados tampoco desencadenó una ola de adhesiones o de críticas. Por el PSOE habló el diputado Antonio Hernando, quien respaldó al magistrado y pidió que el tema se solucione "cuanto antes". El socialista destacó la lucha de Garzón contra el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado en los últimos años. La líder de UPD, Rosa Díez, criticó duramente al magistrado por entender que, en lugar de sentarse en el banquillo y defenderse, ha echado mano de una "estrategia política" basada en desligitimar a los que lo acusaron sin demostrar que lo que hizo no fue ilegal.

Por su parte, el exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo aseguró que el magistrado de la Audiencia Nacional es víctima de la ultraderecha española. Y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica aseguró, por su parte, que el Supremo, al tomar la decisión de sentar en el banquillo al juez Baltasar Garzón, lo que hace es "culpabilizar a las víctimas de la dictadura" franquista.