El cabeza de lista de Vox en Badajoz, Alejandro Vélez Ferreira, es, junto con el de Ciudadanos, el candidato más desconocido. Pero no es nuevo en política, pues ya ha sido candidato a otras alcaldías por otras siglas. Lo hizo por el partido Democracia Nacional en el 2007 en Talayuela y en el 2011 en Almendralejo. Vélez nació en Guadalajara pero se ha criado en Badajoz, donde trabaja como funcionario de prisiones y es delegado sindical de CSIF.

-El vaivén de siglas y el intento de ser alcalde en tres municipios puede parecer oportunista.

- Eran circunstancias de cada momento en los partidos por los que me presenté, por ayudar a las candidaturas. Son cosas testimoniales, sin relevancia.

-Testimonial será, pero fue usted candidato de un partido más a la derecha que Vox.

-Nunca me he considerado extremista de ningún tipo, ni antes, ni durante, ni después. Si no me he presentado antes bajo las siglas de Vox es porque no existía. En el momento en que ha existido he visto que lo que pienso se adecúa a sus principios ideológicos.

-Se siente criticado por ello.

-Te estigmatizan por defender ciertas ideas: la unidad de España, en contra de la desigualdad territorial, a favor de un control de la inmigración, y no por eso soy racista, y la defensa de la vida, de nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra historia y nuestros héroes. Por pensar de esa manera se te pone un adjetivo.

-En Talayuela, el partido que usted representaba protestó contra la construcción de una mezquita.

-Era una iniciativa vecinal. Desde Vox prestamos mucha atención a qué tipo de mezquitas se instalan y qué se va promulgando en ellas. Se está viendo que hay mezquitas donde se establecen ideas bastante radicales. No creo que el Ministerio del Interior sea nada extremista cuando las brigadas de información hacen un seguimiento de la religión islámica en su faceta más radical.

-En Badajoz hay una comunidad islámica importante.

-Seguro que también la vigilan.

-Está muy integrada en la ciudad, se respeta su cultura y colabora en actividades como en Al-Mossassa. ¿Vox permitiría que siga así?

-Perfectamente y por educación y respeto participaré en las actividades a las que nos inviten. Independientemente de que nosotros consideramos que la religión islámica choca bastante con nuestra manera de ver la vida, sobre todo con el papel de la mujer y no hay separación entre Estado y religión.

-En Almendralejo promovió una protesta contra la delincuencia inmigrante.

- No nos estamos centrando. Preferiría pasar ya. Badajoz no tiene actualmente problemas de inmigración masiva o ilegal. Si hubiera esa circunstancia pondríamos el foco en esta problemática y estableceríamos medidas. Muchas veces son problemas de incivismo y sobre todo evitar el efecto llamada, que es más importante que poner vallas en la frontera. Si a cualquier persona que entre en este país se le da asistencia de todo tipo, no van a dejar de venir.

-Son personas que tiene problemas en sus países de origen.

-El tercer mundo no cabe en Europa. Es inviable poder acoger a todo el mundo. No seamos demagogos. Es una solidaridad mal entendida. Tendremos que acoger a aquella población foránea que mejor se adapte a nuestras costumbres y no es el caso de la que confesa la religión islámica. Cuando lo necesitemos seremos partícipes de una inmigración controlada y la que mejor se adapte a nuestra forma de vida.

-Cree que habría que ser selectivo con quién entra y quién no.

-Como cuando uno abre la puerta de su casa. Tenemos cerraduras, cámaras de vigilancia y alarmas y cuando alguien llama miramos por la mirilla y decidimos si abrimos o no.

-¿Usted no abriría la puerta a una persona pidiendo auxilio?

-Una circunstancia es que alguien pida ayuda en ese momento, que es un humano y se le tiene que asistir y algo distinto es favorecer el tráfico de personas. Porque está demostrado que detrás hay unas mafias y unos intereses económicos. Si supieran que se les da la vuelta en las pateras, como está ocurriendo en la Italia de Salvini, esas mafias se desactivarían.

-Hablemos de los planes de Vox para Badajoz.

-Los definimos con pocas palabras: mantenimiento, fácil, transparencia y aprovechamiento. Falta mantenimiento de los servicios básicos de la ciudad. Sería el primer plan de choque que llevaríamos a cabo y una auditoría para saber que todo está en orden y abrir puertas, ventanas y cajones. Implantaremos la administración electrónica. No penalizaremos el coche, evitando obstáculos como pasos elevados de peatones y bandas reductoras y no haremos plataforma única en grandes arterias. Estudiaremos las posibilidades de rebajar el IBI, sobre todo con bonificaciones a familias numerosas, pensionistas y personas dependientes. Y quitaremos algunas tasas.

-¿Cuáles?

-Eliminaremos la tasa de acceso a los garajes cuando están asociados a viviendas o locales, porque es una doble penalización, ya se está pagando el IBI. Y el Impuesto de Actividades Económicas, que se pague si hay ganancias. Reduciremos el impuesto de rodaje y que sea una tasa medioambiental.

-¿Privatizaría algún servicio público?

-No vamos a ser rígidos. Los parques y jardines no están bien atendidos y con FCC ha habido problemas. Estudiaremos bien cada caso sin ningún dogma y valoraremos qué es mejor.

-Eliminarán las ayudas a la cooperación al desarrollo

-No es lógico destinar dinero del municipio a actividades que se desarrollarán no sabemos en qué país y si llega el dinero. Tampoco subvencionaremos a asociaciones que hacen apología ideológica de la Memoria Histórica, guerracivilistas o la confrontación entre sexos. El resto, vamos a auditarlas y saber que el dinero llega a la finalidad para la que se concede.

-Cambiará algo de la fiesta de Los Palomos?

-No. Somos un partido que aboga por la libertad, no vamos a suprimir ninguna fiesta reivindicativa de ningún colectivo, ya sea por su condición sexual o religiosa. Cada uno es libre de querer a quien quiera.