"Desde los años 70 hemos perdido 25.000 empleos en Anderson. Se han ido a China y México". Cindy Donnelly es la subdirectora del centro de trabajo del condado de Madison en Anderson (Indiana). Sus oficinas están llenas de hombres y mujeres en la cuarentena, la mayoría blancos, que asisten a cursillos de reciclaje y buscan trabajo. Son parados de la crisis del sector de la automoción. A esta clase obrera apelan hoy en las primarias de Indiana y Carolina del Norte Barack Obama y Hillary Clinton, en otra etapa de su pulso por la candidatura demócrata a la Casa Blanca.

En Indiana y Carolina del Norte, Obama ha cambiado los mítines por reuniones con "la clase trabajadora" en restaurantes y casas particulares. Clinton le lleva ventaja. Su marido se ha nombrado "embajador de las ciudades pequeñas". Estas ciudades y su clase trabajadora mayoritariamente blanca tienen la clave en Indiana. En Carolina del Norte se prevé que gane Obama gracias a los negros.