El obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, se acercó ayer hasta Maruri (Vizcaya) para expresar su apoyo al párroco Jaime Larrinaga, que lleva escolta, aunque también le ofreció un cambio de residencia fuera del municipio donde una parte de los feligreses se manifiesta cada domingo contra él. Blázquez combinó el gesto con una apelación al cura para que deje la política a los seglares.

Larrinaga agradeció la propuesta del obispo, pero no desveló si se mudará a otro lugar, como la casa parroquial de Bilbao. La oferta fue criticada por la plataforma Basta Ya que, por segundo domingo consecutivo, acudió a Maruri para manifestarse frente a los vecinos que, ante la puerta de la iglesia, protestan para que el párroco se desdiga de sus críticas contra el clima nacionalista existente en la localidad.

La socialista Rosa Díez y las profesoras Edurne Uriarte y Gotzone Mora recriminaron al obispo por pedir a Larrinaga que no haga política cuando los curas vascos llevan años "apoyando al nacionalismo". La de ayer fue la primera vez que Blázquez compareció de forma pública en la parroquia de Maruri y lo hizo tras la misa mayor en la que Larrinaga denunció la aparición de "odio" en el pueblo.

El obispo justificó su presencia en el municipio para dar "apoyo y afecto" al sacerdote, que lleva escolta desde que desveló que sufría amenazas. Estas se produjeron después de que el ayuntamiento, del PNV, enviara un escrito en su contra a los vecinos.