La Audiencia Nacional ha condenado a dos yihadistas marroquíes por captar a dos jóvenes españolas para Dáesh, para lo que fueron seducidas por uno de los acusados en Barcelona, que se convirtió en su pareja, y una de ellas llegó incluso a pasar de una estética neonazi tipo 'skin head' a llevar pañuelo cubriéndole la cabeza.

En su sentencia, la sección primera de lo Penal relata cómo, a mediados de 2016, los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación, en la que también intervino un agente encubierto informático, al detectar a dos mujeres en la provincia de Barcelona que habían adoptado costumbres propias del radicalismo musulmán.

Una de ellas, Diana P.B., que había formado parte de un grupo neonazi, comenzó a vestir al modo musulmán, con chilaba y cubriéndose el pelo con un hiyab, siendo "más fácil convertirla al islam por su sentimiento antijudio", indica la resolución.

La otra joven, Miriam M.M., nacida en 1997, se radicalizó al trasladarse a vivir con su pareja a un domicilio en Roda de Ter (Barcelona).

En ambos casos, los investigadores observaron que la pareja de las dos chicas era el artífice de esa transformación.

Se trataba de Tarik Aazane, usuario de dos perfiles en Facebook y uno en Youtube en los que publicaba contenidos "marcadamente" yihadistas, aludiendo "al Estado Islámico (Dáesh)", "a las virtudes del Califato", "y a la necesidad de hacer la yihad en contra de Occidente".

Durante la investigación, se detectó que mantenía una relación de amistad con El Founti, quien contaba también con varios perfiles de Facebook con contenidos del mismo tenor.

El tribunal considera acreditado que almacenaron y difundieron más de 600 vídeos, comentarios e imágenes en las redes sociales con la finalidad de enaltecer al Estado Islámico y con los que hicieron proselitismo para integrar a las dos mujeres en la organización terrorista Dáesh.

De este modo, cree que ambos intervinieron en la "islamización" de las dos jóvenes que habían sido compañeras de Aazane e incluye en la sentencia el testimonio de un policía local, que explicó que los padres de una de ellas denunciaron la dependencia de su hija hacia el investigado y que eso le había llevado a manifestar "estar dispuesta a morir por Alá".

La joven, Miriam M.M, declaró como testigo en el juicio y anunció su intención de casarse este verano con Aazane y que se encontraba "en proceso" de conversión al islam.

Respecto a los vídeos que había visto con su futuro marido, aseguró que eran de imágenes que se ven "en todos los sitios, también en televisión".

Su madre también matizó sus afirmaciones a la Policía y sostuvo que lo de dar la vida por Alá, su hija lo dijo por analogía, cuando vieron en televisión que unas novicias hablaban de dar su vida por Jesucristo.

Sin embargo, los magistrados no han dado crédito a su testimonio y consideran que la chica fue utilizada para realizar un envío de dinero a Siria, ya que en el domicilio de El Founti aparecieron 5 justificantes de transferencias por 7.271 euros, uno de los cuales estaba a nombre de la joven.

Según el tribunal, las dos mujeres llegaron a realizar actos "no sólo de significación religiosa, lo que es de todo punto legítimo, sino preparatorios de su adscripción violenta, formando parte del grupo de relación" que mantienen con los dos acusados, lo que les lleva a añadir ciertos comentarios a los vídeos que proporcionaba Aazane o a recibir una oferta para viajar a Siria, "lo que no sería lógico ofrecimiento a una persona no iniciada en el yihadismo".