La conformidad entre el fiscal, Juan Moral, y las defensas provocó ayer que ocho miembros o colaboradores de la banda terrorista ETA fueran condenados a un total de 61 años de cárcel, menos de la mitad de lo que había solicitado el ministerio público (136 años).

Preguntado al respecto, el fiscal del caso negó que su actuación estuviera influida por el proceso de paz en Euskadi, y subrayó que el acuerdo partió de la defensa, que reconoció los delitos de los acusados.