Atutxa fue uno de los vascos más amenazados por ETA y un hombre admirado por casi todos. Ahora comparece ante los tribunales por negarse a acatar la orden de disolución del grupo parlamentario que cobija a ETA. Un cambio de escenario demasiado brusco. Y ahora también tiene admiradores. Si como consecuencia de este procedimiento Atutxa va a la cárcel, debiéramos averiguar si hay lugar en ella para todos los vascos que ahora veneran a Atutxa.