Mientras el PNV sigue negociando su apoyo al Gobierno a cambio de transferencias para Euskadi, toda la oposición parlamentaria se muestra de acuerdo en que los presupuestos generales del Estado para el 2011 son malos, perjudiciales para España, y lo son, coinciden, por estos motivos: vienen impuestos desde fuera, recortan derechos sociales, no representan ningún cambio de modelo económico y se basan en unas expectativas de crecimiento para el próximo año irreales por su exceso de optimismo. El proyecto de cuentas públicas ha logrado el extraño efecto de armonizar en sus argumentos opositores, con más énfasis en uno u otro punto, a los partidos a izquierda y derecha del PSOE.

Hay muchas siglas, pero la tesis es, a grandes rasgos, la misma. Hasta el punto de que algunas declaraciones de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios son perfectamente intercambiables. CiU, BNG, UPD y las tres fuerzas del grupo de ERC-IU-ICV presentaron ayer sus enmiendas a la totalidad de los presupuestos. El PP lo hará hoy.

PENSIONES Y DEUDA Fuentes populares apuntan que aprovecharán el debate del martes en el Congreso para intentar, una vez más, que el Gobierno dé marcha atrás en la congelación de las pensiones --objetivo en el que les acompaña prácticamente el resto de la oposición--, además de echar en cara a la vicepresidenta económica que haya hecho "otra vez las cuentas de la lechera", con una previsión de crecimiento del 1,3% para el año próximo cuando la estimación del FMI se queda en el 0,7%.

Los populares afearán, ade- más, a los socialistas que tengan que dedicar la mayor parte del presupuesto a pagar intereses de deuda por "despilfarrar" y, al mismo tiempo, que exijan contención a comunidades y ayuntamientos, "que están al borde de la asfixia" y sin poder garantizar, dicen, servicios básicos. Para el PP, los presupuestos no fomentarán un cambio de modelo económico ni crearán empleo.

"Son unos presupuestos ni-ni, que no son ni sociales, ni productivos", afirmó ayer Pere Macias, portavoz de presupuestos de CiU. Algo similar dijo Joan Ridao: "No contribuyen a la mejora del modelo productivo", señaló el portavoz de ERC, quien también insistió en que las cuentas son "antisociales" y parten de una perspectiva de crecimiento "inalcanzable". El diputado de IU Gaspar Llamazares consideró que son más unos "supuestos" por la "ficción" sobre la que se cimientan. Pero hay frases de la izquierda que no repetiría el PP. "Son los presupuestos más dogmáticos de la historia, propios de una ideología ultraliberal, de fuerzas ultraconservadoras", dijo Joan Herrera (ICV).