"A los socialistas, el nacionalismo nos acusa de antivascos, y la derecha española nos trata de antiespañoles". A Patxi López, nacido el 4 de octubre de 1959 en Portugalete (Vizcaya), le indigna constatar cómo por intereses partidarios "se sigue enfrentando y dividiendo a la sociedad vasca".

Un eslogan polémico

Frente a unos y otros, el candidato del PSE opta por la vía de enmedio: "Claro que me considero español, pero nadie va a quitarme el orgullo de ser vasco". Y advierte de los riesgos que supone promover la división entre los vascos. Para evitarlo, con ocasión del último Aberri Eguna (día de la patria vasca), reivindicó "un patriotismo que una, no que enfrente".

En Euskadi, en ocasiones, las cosas llegan a adquirir tonos que, de no haber muertos de por medio, entrarían de lleno en el campo de lo ridículo. Los carteles del PSE le presentan como Patxi, omitiendo el López, algo que ha sido criticado por sus adversarios. Por el PNV-EA, porque --dicen-- la omisión del apellido es la prueba de que "intenta disimular su condición de español para ganar votos nacionalistas".

El PP y colectivos como Basta Ya han visto en ese cartel no una simulación sino "la renuncia de López a su españolidad". Ambiguo, Javier Madrazo, candidato de Ezker Batua, influido tal vez por sus cuatro años de gobierno con los nacionalistas, se dirige siempre a su adversario llamándole "López" a secas y dejando que cada cual haga su interpretación propia.

Una vida socialista

López es hijo de Eduardo López Albizu, Lalo , histórico dirigente socialista en la clandestinidad durante el franquismo, fallecido en 1992, y que jugó un papel decisivo en el Congreso de Suresnes que catapultó a Felipe González. Fiel a la ideología que mamó desde niño, López empezó a militar en las Juventudes Socialistas a los 16 años.

Desde entonces y hasta marzo del 2002 en que, tras la dimisión de Nicolás Redondo, fue elegido secretario general del PSE en un congreso extraordinario, López combinó su trabajo como dirigente de las JSE y del PSE --especialmente en Vizcaya-- con el de diputado en el Congreso, primero, y en el Parlamento vasco, después.

Aunque su vida se haya centrado en la política, el candidato del PSE ha tenido tiempo para estudiar y aprobar la carrera de ingeniero industrial que, obviamente, no ejerce. Está casado con Begoña Gil, concejala socialista en el Ayuntamiento de Bilbao. En su cartera lleva siempre los carnets de socio del Portugalete, el equipo de su pueblo natal, y, faltaría más, el del Athletic de Bilbao.

Como los otros tres candidatos, Juan José Ibarretxe, María San Gil y Javier Madrazo, López tampoco es un euskaldun , nombre con el que se designa a quienes tienen el vasco como lengua materna. De ellos, sólo Ibarretxe puede ser considerado un euskaldunberri , o persona que ha aprendido el euskera. Los demás lo están estudiando, pero su nivel es muy primario.

Rockero de vocación

Fumador impenitente, siempre que puede, el candidato del PSE se las apaña para encontrar tiempo libre para dedicar a sus otras grandes aficiones: la pintura, la fotografía y la música. Así, se le pudo ver entre las miles de personas que acudieron al último recital de Bruce Springsteen en Barcelona.

Pero ése no fue un caso único. Junto a su esposa escuchó a los Rolling Stones en el concierto que dieron en Bilbao hace dos años y suele viajar a Barcelona y Madrid para escuchar a las grandes bandas. Rockero de vocación, sus compañeros recuerdan los nervios que pasó en el congreso extraordinario que le hizo secretario general del PSE por culpa de la música.

Aquel día, en una sala del Kursaal donostiarra actuaba Van Morrison y en el mismo edificio se celebraba la asamblea socialista, "Patxi iba loco por encontrar un momento para escuchar a uno de sus ídolos", explica un compañero.

Sus aficiones rockeras no le impiden practicar un evidente eclecticismo musical. Es capaz de combinar su entusiasmo por el Boss con otros gustos distantes. Es un fanático de la música cubana y dispone de una amplia colección de versiones de Guantanamera .