El funcionario de prisiones y militante del PP José Antonio Ortega Lara evitó recordar ayer los detalles de sus 532 días de cautiverio en un zulo a manos de ETA. Durante el juicio contra Julián Atxurra Egurola, Pototo , y José Luis Agirre Lete, los dos jefes etarras que ordenaron su secuestro, Ortega rogó al fiscal que no le obligara a recordar detalles: "Muchos los tengo olvidados, y olvidarlos me ha servido para seguir viviendo", afirmó.

La comparecencia de Ortega Lara se produjo a petición del fiscal y de la acusación particular que ejerce la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Su presidente, Francisco José Alcaraz, se encontraba entre el público que había asistido al juicio.

Antes que él comparecieron los etarras ya condenados por su secuestro: Javier Ugarte Villar, José Luis Erostegui Bidaguren y José Miguel Gaztelu Otxandorena, que negaron conocer a los jefes etarras Atxurra y Lete, para los que la acusación pide 32 años de cárcel a cada uno. Uno de los miembros del comando, Ugarte, aseguró que no había decisión de dejar morir al secuestrado, sino de liberarle.

Tras ellos compareció el propio Ortega, en calidad de testigo y sin poder ser visto por el público, al serle aplicada la ley de protección de testigos. El fiscal le formuló dos preguntas de trámite antes de pedirle que recordara lo que ocurrió la tarde del 17 de enero de 1996, cuando fue secuestrado. Ortega le contestó con voz firme que todo estaba en su declaración anterior y le rogó que no le obligara a recordar detalles, alegando que "olvidar me ha servido para seguir viviendo".

REPROCHES Después, reprochó al tribunal que le hubieran hecho levantarse a las cinco de la mañana para viajar 500 kilómetros y que le hubieran tenido dos horas encerrado en una sala. "¿No se podía haber hecho la declaración por vía de exhorto?", se quejó. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le pidió disculpas.