Los osos pardo del Pirineo han despertado de su periodo de hibernación tras la llegada de la primavera, según ha constatado el equipo de reintroducción de estos mamíferos, Piroslife, que ha captado las primeras imágenes de una osa y sus crías fuera de la cueva.

El equipo ha confirmado el final de la etapa más pasiva de esta especie, que vive una hibernación menos profunda que otros mamíferos como lirones y marmotas, ha informado la Conselleria de Territori i Sostenibilitat este viernes en un comunicado.

Después de la hibernación, en que los osos reducen el ritmo respiratorio y los latidos del corazón, las últimas en salir de la cueva son precisamente las hembras con sus nuevos cachorros, que suelen nacer durante el mes de enero.

Para superar este periodo, durante el año acumulan grasa para contar con reservas suficientes que garanticen la supervivencia, y se recluyen en cuevas situadas en zonas aisladas de la actividad humana e inaccesibles.

Con la subida de temperaturas, normalmente hacia el mes de marzo, se empiezan a observar las primeras evidencias de movimientos de estos animales.

Los primeros en salir de la cueva son los machos adultos, seguidos de las hembras adultas; después despiertan los machos y hembras subadultos, y por último las hembras con cachorros.

Embarazo en la cueva

Las que tienen cachorros de segundo año salen antes, de forma que las hembras que han tenido cachorros dentro de la cueva son las últimas en salir, tratándose de las que empiezan a hibernar embarazadas y que dan a luz a final de enero.

Suelen salir de la cueva a partir del mes de abril, y no acostumbran a moverse de la zona de hibernación hasta que los pequeños pueden hacer largas caminatas.