Ni una palabra sobre Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB). Ni una palabra sobre ETA. Pero el acto de la izquierda aberzale de ayer en Barakaldo (Vizcaya) dejó claro que sus dirigentes dan por hecha su presencia en las elecciones de mayo, porque de lo contrario, según enfatizó Arnaldo Otegi, "sencillamente no hay proceso" de paz. Ante más de 10.000 seguidores, confirmó que estarán en la campaña electoral "sin disfraces". De hecho, se anunció una próxima recogida de firmas "pueblo a pueblo", que augura la puesta en marcha de agrupaciones electorales.

Las instrucciones del juez Baltasar Garzón se siguieron al pie de la letra. Ni pancartas, ni pasquines, ni gritos, ni la más mínima alusión de ninguno de los oradores a las nuevas siglas ASB. Los 41 dirigentes de Batasuna impulsores del acto acataron el auto del magistrado que les exigía renunciar por escrito a mencionar de cualquier forma la recién creada marca electoral.

Un fax de la Audiencia Nacional enviado al Bilbao Exhibition Centre (BEC), la feria de muestras que acogió el evento, dio luz verde a la apertura de puertas con una hora de retraso.

MANDOBLES AL PSOE Y AL PNV Las intervenciones de Pernando Barrena, Jone Goirizelaia y Arnaldo Otegi transmitieron mensajes claros pero no nuevos. El primero, en clave interna, de autocomplacencia, alardeó de que el momento actual ha sido posible gracias a los años de lucha de la izquierda aberzale. El segundo fue una directa acusación al PSOE por no haber permitido la puesta en marcha de la mesa de partidos, y optar en cambio por "un sucedáneo del proceso" de paz. Y en tercer lugar, Otegi fue inmisericorde con el PNV, al que denominó "Partido del Negocio Vasco".

Otegi comparó la situación actual de la izquierda aberzale con la del PCE hace 30 años y recordó que el presidente Adolfo Suárez legalizó a los comunistas porque "las ideas no se destruyen ni con represión ni con ilegalizaciones". Entre aplausos, advirtió de que la forzada ausencia de la izquierda aberzale el 27-M supondría cerrar las puertas al proceso de paz incluso "durante años". Ttambién se instó a seguir las recogidas de firmas "pueblo a pueblo", imprescindibles para presentar agrupaciones electorales.

El momento más emotivo, con el pabellón a oscuras, tuvo lugar cuando centenares de mecheros iluminaron las carteles con los rostros de los presos etarras.