El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi confirmó ayer su férrea intención de propiciar un sólido proceso de diálogo político que permita "ordenar" las piezas que quedaron sobre la mesa en la frustrada negociación con el Gobierno socialista.

En la que podría ser su última entrevista concedida a la radio pública, Otegi reconoció que, aunque el PSE conforma ahora un Ejecutivo "antidemocrático" conjuntamente con el PP, la comunicación entre socialistas y extremistas se retomará en el futuro, porque todavía está pendiente "cómo" se va a resolver el problema vasco.

Aunque Otegi ha medido mucho sus intervenciones públicas para no poner en riesgo la posibilidad de actuar como esporádico portavoz del magma batasuna , la presencia ayer en Radio Euskadi podría tener un carácter de singular testamento. Ello se debe a que, si hay algo que los populares han querido garantizar en su acuerdo con el PSE para la investidura de Patxi López como lendakari, es precisamente que ni un solo dirigente o eventual portavoz de las formaciones ilegalizadas tenga presencia en los medios públicos de comunicación.

Dirigentes del PP han denunciado en múltiples ocasiones las entrevistas a reconocidos miembros de Batasuna o la participación en debates y tertulias de personas vinculadas a organizaciones que el Tribunal Supremo ha puesto fuera de la ley. Por eso, el acuerdo firmado por PSE y PP recoge que se procederá a una "reforma profunda" de la radiotelevisión pública y que se impedirá "dar cobertura o facilitar espacios" a organizaciones ilegalizadas o a quienes les "representan, justifican o amparan sus acciones".

NO HAY DERROTA POLICIAL Otegi se refugió en un alambicado lenguaje al considerar "ineficaz" que se pida a ETA el cese de la violencia porque eso supone seguir en la "inercia". Dijo además que "el tema de la confrontación armada" se resolverá en un "proceso negociador".

Aprovechó para insistir en su disposición personal y la de los radicales a trabajar a favor del diálogo político. Reconoció alguna "culpa", que no especificó, de la izquierda aberzale en el fracaso de la última negociación y llegó a subrayar que "nadie" en el PSOE, e incluso en el PP, cree que sea posible la derrota policial de ETA.