El juicio contra los dirigentes aberzales Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Álvarez por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo en el mitin del velódromo de Anoeta, en noviembre del 2004, ha quedado visto para sentencia. En su última declaración Otegi ha querido destacar de forma "nítida y clara" que rechazan el "uso de la violencia para imponer un proyecto político". También ha cuestionado el jucio porque considera que "responde a la necesidad de algunos sectores a introducir cuestiones políticas en los tribunales". Permach y Álvarez han renunciado a presentar sus últimas alegaciones.

Por otra parte, al inicio de la segunda sesión, el presidente del tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a los aberzales ha echado un jarro de agua fría a las expectativas ante la declaración como testigo del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren. Así, el juez ha impedido a Eguiguren, que había sido citado por la defensa de Otegi, que respondiera a las preguntas sobre si él o el Gobierno conocían el contenido del mitin y de la propuesta que iba a lanzar allí la ilegalizada Batasuna.

Tampoco ha podido contestar el presidente del PSE para qué se reunió en diversas ocasiones con Otegi, Álvarez y Permach, si esas reuniones eran anteriores al mitin o si comulga con los principios de la izquierda aberzale. Ante esta última pregunta, el presidente del tribunal ha destacado que la Constitución impide a los testigos declarar sobre sus creencias políticas.

Lo único que ha podido explicar Eguiguren es que sabía que se iba a celebrar el mitin de Anoeta, "como media España", que no asistió a ese acto organizado por Batasuna, que milita en el PSOE desde hace 30 años y que su cargo de presidente del PSE es representativo, pero no tiene potestad ejecutiva. El dirigente socialista ha admitido que conocía a Otegi, Permach y Álvarez por su labor en el Parlamento vasco y que tenía relación y amistad con ellos fruto del conocimiento. También ha reconocido que mantuvo reuniones con los tres acusados, aunque no ha podido dar detalles sobre el motivo de esas reuniones.

"EL DÍA QUE NOS MATEN, NO LLORÉIS"

Aunque en ningún momento citaron su nombre, Otegi, Permach y Álvarez aseguraron en su declaración de ayer que el PSOE conocía con antelación la propuesta que Batasuna iba a presentar en el mitin de Anoeta, el 14 de noviembre del 2004, e incluso que estaba al corriente de su celebración. Así, Otegi señaló que el mitin se celebró "en un contexto de relaciones plurales y multilaterales" con todos los agentes políticos del País Vasco, "incluido el Partido Socialista" y el presidente del Gobierno, y posteriormente contestó con un "sí" cuando su abogada, Jone Goirizelaia, le preguntó si el PSOE sabía que iba a tener lugar el acto. Ayer mismo, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, desmintió las palabras de los aberzales.

Tras su declaración, Eguiguren ha salido de la Audiencia acompañado por su mujer. Precisamente esta ha protagonizado una tensa escena cuando, tras la declaración de su marido, se ha dirigido al lugar donde se encontraba la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, y le ha dicho al oído: "El día que nos maten, no lloréis". Pedraza se ha girado y le ha espetado: "A nosotros ya nos han matado".

El juicio ha quedado hoy visto para sentencia. La fiscalía pide 18 meses de prisión para los acusados, mientras que el Foro Ermua, que ejerce la acusación popular, solicita dos años de cárcel para Álvarez y Permach y cinco años para Otegi.