Batasuna advirtió ayer al PSOE, por boca de Arnaldo Otegi, que "se puede romper la cuerda" si prosigue la "presión judicial" a la izquierda aberzale, y si el Gobierno pretende limitar el diálogo a una mesa de negociación con ETA sobre la entrega de las armas y el futuro de los presos. El portavoz de la formación ilegalizada subrayó que no habrá paz si no se constituye una mesa de partidos vascos --por supuesto, con Batasuna presente-- que busque un acuerdo político sobre el futuro de Euskadi.

Después de que, el pasado domingo en Barakaldo, José Luis Rodríguez Zapatero anunciara la apertura del diálogo con ETA a partir de junio, Batasuna y el PNV han exigido que la mesa de partidos se abra sin más dilación. A ambas fuerzas, una proscrita y la otra al frente del Gobierno vasco, les mueve una misma pulsión: no quedar marginadas del proceso de paz cuando los representantes del Ejecutivo central y la cúpula de ETA entablen negociaciones.

La pretensión de PNV y Batasuna es también coincidente: que las conversaciones entre las fuerzas vascas, que deberán desembocar en un acuerdo político y una consulta popular, sean simultáneas a las que el Gobierno mantenga con ETA. A lo que el Ejecutivo objeta que antes Batasuna deberá recobrar la legalidad. Esto es, cumplir la ley de partidos.

Ayer Otegi declaró a la televisión pública vasca que "los tiempos no los marca Madrid", y reprochó a Zapatero que "quiera transmitir que solo se trata de un proceso técnico de fin de la violencia". Lamentó el "acoso judicial" a su partido --"fundamental" para lograr la paz-- y juzgó una "paradoja" que el Gobierno hable con ETA mientras la Audiencia Nacional cita a dirigentes de Batasuna por ofrecer ruedas de prensa.

Otegi mantuvo su oferta de diálogo a los socialistas vascos y navarros, a quienes considera "imprescindibles" para consolidar la paz. Sin embargo, el secretario general del PSE, Patxi López, respondió ayer a la izquierda aberzale que la negociación con ETA se centrará en el abandono de las armas; ni en la autodeterminación, ni en la anexión de Navarra a Euskadi.

LA LEY DE PARTIDOS Para poner más exigencias sobre la mesa, el portavoz aberzale Pernando Barrena demandó ayer la derogación de la ley de partidos, que permitió ilegalizar a Batasuna. Y Askatasuna, asociación que defiende a los presos de ETA, reclamó la participación de estos reclusos en el proceso de paz.

En el polo opuesto, ayer Rajoy aclaró que Zapatero tiene el aval del PP para verificar el fin de ETA "como quiera", también mediante una mesa de diálogo. El líder del PP rechazó, en cambio, que el presidente comparezca en el Congreso para anunciar el inicio de los contactos con ETA.