Pablo Iglesias redobla la presión sobre Pedro Sánchez en vísperas de que comience la negociación sobre la gobernabilidad. Su mano, alega, sigue tendida para dialogar, pero oculta su enfado porque el secretario general socialista anunciase, de nuevo, su determinación a intentar un pacto también con Ciudadanos.Iglesias entiende que ese lugar preferente en la búsqueda de acuerdos ha de ocuparlo su partido porque, a fin de cuentas, es quien ha puesto sobre la mesa una propuesta de gobierno. La única hasta el momento, una coalición entre PSOE, Podemos e IU.

Iglesias, que llevaba once días esperando una respuesta a su ofrecimiento, compareció en rueda de prensa visiblemente molesto con la actitud del socialista y perplejo porque este siga planteando como viable un entendimiento con Ciudadanos y Podemos, cuando ambas fuerzas rechazan esa posibilidad. El tono severo del líder podemista pone más presión sobre los hombros de Sánchez. Quiere hacerle elegir socio de gobierno de forma excluyente.

LA "HIPOCRESÍA"

"Pedro Sánchez ha intentado vender algo que no tiene. Es imposible un acuerdo de gobierno con Podemos y Ciudadanos", subrayó Iglesias, que si bien acusó a Sánchez de "hipocresía", mostró su voluntad de comenzar a negociar cuanto antes y no descartó contactar con el secrertario general del PSOE si no recibe una llamada en las próximas horas. "A este paso nos salen canas a todos antes de formar gobierno", espetó.

El líder de Podemos reafirmó su voluntad de negociar también con los partidos soberanistas, a pesar de que este diálogo sea demonizado por parte de los barones socialistas y complica, de facto, cualquier entendimiento.