La gestora del PSOE reaccionó el pasado domingo a la noticia del pacto de gobierno entre el PNV y los socialistas vascos con una escuetísima nota. “Los socialistas siempre han considerado de manera positiva el entendimiento y el diálogo en Euskadi con el nacionalismo moderado que representa el PNV. La gestora se pronunciará oficialmente sobre el acuerdo una vez conozca su contenido y alcance”, señalaba el escrito, dejando entrever que la dirección interina del partido, que se constituyó a raíz de la forzada dimisión de Pedro Sánchez, no ha sido consultada sobre los pormenores de la negociación.

El presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, y la líder del PSE, Idoia Mendia, han conversado por teléfono en los últimos días sobre el acuerdo, solo cuando este, que en principio dará a los socialistas vascos tres consejerías, ya estaba perfilado. El pacto no se conoce en todos sus extremos (este lunes será aprobado por las cúpulas del PSE y el PNV), pero la dirección provisional teme que vaya más allá de lo aceptado por el PSOE en lo territorial, reclamando o estableciendo cotas de autogobierno que casen mal con su doctrina tradicional. La inclusión o no del término 'nación'puede ser capital.

SIN AUTORIZACIÓN DEL COMITÉ FEDERAL

Tras las purgas en el grupo parlamentario en el Congreso, para relevar a los diputados díscolos que votaron ‘no’ a Mariano Rajoy y a otros que acataron la abstención pero formaban parte del círculo de confianza de Sánchez, relevos que han avivado al sector crítico, el acuerdo en Euskadi vuelve a poner de manifiesto la precaria situación en la que se encuentra la gestora del PSOE. Tanto los aliados del exsecretario general como varios de sus adversarios coinciden en que la dirección ha quedado “desautorizada”, situación que celebran los primeros y rechazan los segundos.

Así, el acuerdo de los socialistas vascos, una federación que se mantuvo fiel a Sánchez hasta el final, no será autorizado por elcomité federal, un trámite que suele cumplirse en el PSOE, hasta mucho después de haber sido puesto en marcha, ya que Iñigo Urkullu será investido lendakari el próximo jueves. El organismo socialista, el de mayor entidad entre congresos, no se reunirá hasta mucho después. Según las fuentes consultadas, la cita previsiblemente tendrá lugar en enero, y allí también se abordará otro asunto de enorme relevancia territorial: la nueva relación con el PSC después de que los socialistas catalanes decidieran saltarse el mandato que indicaba que había que abstenerse ante Rajoy y mantuviesen el voto en contra del líder del PP.

EL RECONOCIMIENTO DEL ANTIGUO LÍDER

Este lunes, mientras tanto, Sánchez ha aplaudido sin reservas el acuerdo. “Mi reconocimiento a los socialistas vascos. La responsabilidad que asumís es importante también para el país.Vuestra suerte es la de todos”, ha escrito en Twitter el exsecretario general, quien en su última aparición pública, el pasado 30 de octubre en La Sexta, defendió el reconocimiento de Cataluña y Euskadi como “naciones”, en contra de lo que había mantenido hasta entonces.

Sánchez, que quiere presentarse a las primarias del año que viene para recuperar el liderazgo socialista, aprovecha cada uno de los posibles conflictos a los que se enfrenta la gestora para marcar perfil propio: ya sean los castigos a quienes rompieron la disciplina de voto en la investidura o el frustrado nombramiento de Jorge Fernández Díaz, el polémico exministro del Interior, como presidente de la comisión de Asuntos Exteriores en la Cámara baja.

Después de tres semanas en las que ha estado recluido, apareciendo solo a través de Twitter y Facebook, el exsecretario general volverá el próximo sábado a la primera línea. En Xirivella, una localidad de Valencia, la segunda provincia de España con mayor número de militantes socialistas por detrás de Sevilla, Sánchez participará en un debate sobre el futuro de la socialdemocracia. Será el primer acto de una campaña destinada a intentar recuperar el mando socialista. Varios de sus antiguos aliados, sin embargo, no tienen tan claro que sea la persona idónea para mandar en el PSOE, dados sus resultados electorales y la desunión del partido durante su mandato.