EL EDIL DE BENIDORM

Los partidos firmaron un pacto para terminar con los tránsfugas allá por 1998. Desde entonces, el acuerdo se ha incumplido por parte de casi todos. Pero fue ayer cuando los populares lo dieron por finiquitado, alegando que los socialistas se niegan a retirar la candidatura del alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, que fue declarado tránsfuga. El PP esperó a que se convocara el pacto para plantear un ultimátum al PSOE: o se retiraba la candidatura de Navarro o el acuerdo pasaba a ser "papel mojado". El caso de Moraleja ha sido remitido a la Comisión de Expertos Independientes para que lo analice en su próxima sesión.

EL "CINISMO" POPULAR

Claro que los socialistas tienen otra versión: dicen que los populares han caído en el "cinismo" por hacer de Benidorm casus belli y, sin embargo, mantener el poder en lugares como el Puerto de Santa María, Dénia, Mos y Aguilas gracias al transfuguismo. El responsable de política local del PSOE, Antonio Hernando, se comprometió ayer al mediodía a no presentar en las listas a ningún tránsfuga si el resto de los partidos hacía lo propio. No hubo entendimiento.

LA LEY ELECTORAL

Pero la realidad es que el pacto era "papel mojado" desde el momento en que el PSOE, el PP y CiU alcanzaron hace días en el Congreso un acuerdo para reformar la ley electoral y complicar la gobernabilidad con tránsfugas.