Los documentos expoliados por el franquismo a la Generalitat en 1939 están ya de vuelta en Cataluña, tras casi 30 años de reivindicación. Después del paréntesis de 10 días por la suspensión "cautelarísima" del traslado por parte de la Audiencia Nacional, los legajos entraron ayer en el Archivo Nacional de Cataluña, en Sant Cugat del Vall¨s (Barcelona). Y de manera aún más discreta de como salieron del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca: sin previo aviso ni a la consejería ni a la prensa y viajando de noche, desde la sede del Ministerio de Cultura en Madrid, para llegar a las 8.20 horas.

En esta primera entrega sólo retornaron los documentos de la Generalitat republicana. En septiembre, según la ley de restitución aprobada en noviembre del 2005 por el Congreso, se espera la devolución de las más de 1.600 cajas correspondientes a asociaciones y particulares.

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ya avanzó el martes que no habría más noticias sobre los documentos hasta que llegaran a Sant Cugat. Y así fue, como precaución compartida por la Consejería de Cultura, para evitar que la llegada de los documentos diera lugar a imágenes de euforia que pudieran sentar mal a aquéllos que se han opuesto a la restitución.

"CUMPLIREMOS CON LA LEY" La consejera catalana de Cultura, Caterina Mieras, aseguró que el Ejecutivo catalán acatará cualquier resolución judicial sobre el recurso presentado por el Ayuntamiento de Salamanca o si los expertos detectaran documentos que no pertenecen a la Generalitat: "Estamos en un Estado de derecho y no hay que poner en duda que cumpliremos con la ley".

Calvo dijo ayer que estaba "orgullosa" de pertenecer a un Gobierno que "ha sabido hacer algo justo con la historia de España y con la memoria de Cataluña". Calvo aseveró que "finalmente hoy los papeles están donde tienen que estar" aunque haya habido "algunos por el PP que se hayan dedicado a enfrentar a unos españoles con otros".