El Ministerio de Interior de Francia calcula que ETA tiene de 200 a 250 activistas o miembros con capacidad de actuar, de los cuales la mayoría está en territorio francés. También son conscientes de que tanto los comandos como los líderes etarras se mueven con facilidad "gracias a los apoyos de los hijos de los antiguos refugiados, integrados en la sociedad francesa, y a la simpatía que medios libertarios o de extrema izquierda expresan a la causa vasca".

Igualmente están convencidos de que muchos etarras históricos han vuelto "obligados" a primera línea, porque los "jóvenes cachorros son incapaces de dirigir todo esto". Además, temen que la próxima entrada en vigor de la euroorden fomente la reincorporación a ETA de exmilitantes instalados legalmente en Francia. Estas personas podrían ser reclamadas por España y, en ese caso, "preferirán entrar de nuevo en la clandestinidad antes que ser entregadas".