El Parlamento catalán rechazó ayer, al acabar el debate de política general, condenar de forma explícita la quema de retratos del Rey, como solicitaron en sendas propuestas el PP y Ciutadans, y se limitó a aprobar un texto, acordado por los partidos que integran el tripartito y CiU, en el que la Cámara emplaza a "respetar los símbolos institucionales" tras recordar que los símbolos catalanes fueron en el pasado víctimas del "menosprecio y la persecución".