Los ciudadanos de los 25 estados de la UE elegirán entre el 10 y el 13 de junio a sus 732 representantes en el Parlamento Europeo. Los españoles están llamados a las urnas el día13 para determinar quiénes serán sus 54 eurodiputados. En diciembre del 2000, España perdió 14 escaños. El resto de los grandes países mantuvieron su representación o apenas perdieron 5 o 6 para hacer sitio a los diputados de la Europa del Este.

Populares divididos, pero en cabeza

El Parlamento de la UE ampliado con 10 de los países del extinto bloque soviético constará de 732 eurodiputados. Los primeros sondeos apuntan a que el Partido Popular Europeo (PPE) volverá a ser el más votado, seguido por el Partido Socialista Europeo (PSE). El Grupo Liberal será previsiblemente de nuevo la fuerza bisagra, lo que, unido a las tradicionales divisiones internas del PPE en las votaciones, les ha supuesto a los populares numerosas derrotas. La Izquierda Europea y los Verdes son los otros dos grupos más relevantes del hemiciclo. Sus votos, junto con los de los socialistas, superarían a los de los populares.

Las formaciones democristianas que se integran en el PPE amenazan con una escisión tras los comicios y una alianza con los liberales. La inclusión en el grupo popular de los euroescépticos británicos y de Forza Italia les ha llevado a asegurar que los principios democristianos y europeístas del PPE han quedado excesivamente difuminados.

La desmovilización del electorado es uno de los temores de la clase política. Según un sondeo publicado ayer por el Parlamento Europeo, el 45% de los ciudadanos declara que acudirá a las urnas. España supera la media con una participación garantizada prevista del 48%; Bélgica encabeza la movilización con el 76% y la República Checa es el farolillo rojo con un 20%. Otro de los temores es la posible alza de fuerzas nacionalistas y populistas en los 10 países del Este.La Cámara europea gana cotas de poder

El Parlamento Europeo no ha dejado de ganar cotas de poder desde su creación en 1957, cuando su papel se limitaba al de cámara consultiva.

El primer poder del Parlamento Europeo es el de codecisión. En la actualidad, la mitad de la legislación adoptada por la UE debe contar con el respaldo de la Eurocámara. De manera que las propuestas de la Comisión Europea son enmendadas y aprobadas con igualdad de competencias por el Consejo de Ministros de la UE --donde están representados los gobiernos-- y por los europarlamentarios. Las negociaciones para dotar a Europa de su primera Constitución desembocarán previsiblemente en que el poder de codecisión sea la regla general. No obstante, los gobiernos nacionales seguirán dejando al margen la política exterior y de defensa, justicia e interior, impuestos y Seguridad Social.

La capacidad de votar una moción de censura contra la Comisión Europea y forzar la destitución del ejecutivo comunitario le otorga el poder de control sobre la misma. El Parlamento también se pronuncia sobre el nombramiento de los comisarios y del presidente de la Comisión, elegidos por los gobiernos nacionales. El voto del Parlamento no es vinculante pero, políticamente, su respaldo es imprescindible. También tiene la potestad de intervenir parcialmente en la elaboración de los presupuestos de la UE.Garante de los derechos ciudadanos

En la última legislatura, el Parlamento Europeo ha concluido con éxito 403 procedimientos legislativos de codecisión, un 250% más que en el periodo anterior. La protección del consumidor y del medio ambiente han sido dos de los capítulos más destacados de la reciente actualidad de la Eurocámara. En el 2001 aprobó la directiva sobre la composición, etiquetado y publicidad del tabaco para reducir la cantidad de nicotina y alquitrán en los cigarrillos, aumentar los mensajes que alertan sobre los efectos nocivos del tabaco, y prohibir reclamos engañosos como ligth. Para dar respuesta a la crisis de las vacas locas, el Parlamento participó en la elaboración de un nuevo reglamento que prohíbe alimentar a animales con piensos de origen animal, y refuerza el control en los mataderos.

La seguridad marítima y la prevención de tragedias como la del Prestige también fueron objeto de la actividad legislativa. Por contra, la Eurocámara dio carpetazo a los intentos de la Comisión Europea y de los Quince de liberalizar los puertos europeos y facilitar la compra de una empresa por otra (directiva sobre las Ofertas Públicas de Adquisición).

No obstante, a los eurodiputados aún les espera una larga y relevante lista de normas cuya elaboración no ha finalizado esta legislatura.