El paro y los problemas económicos constituían las dos principales preocupaciones de los ciudadanos durante la campaña de las elecciones generales del 9 de marzo, a tenor de los resultados del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) entregado hoy en el Congreso. La encuesta, elaborada durante la primera semana de campaña, entre el 22 y el 29 de febrero, revela que el desempleo continuaba como el mayor problema de los ciudadanos, según el 44,7 por ciento de los encuestados, seguido de los problemas económicos (36,4 por ciento), el terrorismo (mencionado por el 31,4 por ciento) y la vivienda (28,9 por ciento).

Durante este período, la percepción que los españoles tenían de la situación económica del país había mejorado ligeramente respecto a enero, ya que el 37,4 por ciento la consideraba "mala" o "muy mala" (el 40,3 en enero) y el 18 por ciento la definía como "buena" o "muy buena" (el 16,5 por ciento pensaba así en enero). Además, el 25,1 por ciento cree en este último barómetro que la situación económica empeorará dentro de un año, mientras que en enero los pesimistas sobre la evolución de la economía sumaban el 35,6 por ciento.

También respecto al anterior barómetro, los problemas más citados por los encuestados repiten posición, aunque el paro sube casi un punto (0,9), la economía disminuye 2,8 puntos, la preocupación por el terrorismo baja 3,7 puntos y la vivienda desciende 0,2 puntos. La inmigración también repite quinto puesto, citada por el 27,3 por ciento (23,7 por ciento en enero) y la inseguridad ciudadana en el sexto, con un 18,5 por ciento (antes el 16,4 por ciento).

Preguntados sobre los asuntos que más les afectan personalmente, los españoles mencionan en primer lugar los problemas de índole económica (38,2 por ciento), después la vivienda (24,3 por ciento) y el paro (21,7 por ciento). El CIS desvela además que una mayoría (el 43,6 por ciento) opina que la situación económica actual es "regular", en tanto que el 37,4 dice que es "mala" o "muy mala" y el 18 por ciento, "buena" o "muy buena". Para el 41,5 por ciento, la economía seguirá igual en el futuro (el 38,5 en enero) y el 13,9 por ciento confía en que mejore (9,9 en la encuesta anterior).

En plena campaña electoral, el 35,7 por ciento de los ciudadanos pensaba que la situación política era "mala" o "muy mala", el 15,9 decía que era "buena" o "muy buena" y el 40,2 la describía como "regular", porcentajes similares a los del barómetro de enero. De cara al futuro, el 44,2 por ciento vaticinaba que esta situación seguirá igual, frente a un 12,2 por ciento que auguraba un empeoramiento y un 13,9 que apuntaba a una mejora. Un mes antes, los optimistas se agrupaban en un 13,1 por ciento, los pesimistas en un 15,1 por ciento y los que decían que todo seguiría igual sumaban el 41,2 por ciento.

El muestreo del CIS, confeccionado a partir de 2.470 entrevistas personales, incluye dos preguntas sobre las creencias religiosas de los españoles, que en un 75,6 por ciento se manifiestan católicos, un 12,7 por ciento "no creyentes" y un 7 por ciento ateos, mientras que un 2,8 profesa otra religión. Entre los que se declaran católicos, el 53,1 por ciento reconoce que "casi nunca" va a misa, el 15,4 afirma que lo hace "casi todos los domingos y festivos", el 15,9 varias veces al año y el 12,1 por ciento "alguna vez al mes"; también hay un 2,8 que acude a la iglesia varias veces por semana.